(Por Carla Luna) Fontagro reúne a 15 países de Iberoamérica y cofinancia proyectos de I+D agropecuarios. El INTA fue el anfitrión para esta edición del encuentro, que se llevó a cabo en Mendoza. InfoMendoza hablò con Mariano Garmendia, presidente del INTA.
¿Cuál es el rol que cumple el INTA dentro de Fontagro?
Fontagro es una herramienta financiera, que permite financiar proyectos productivos. A través del cual iniciativas de mejoramiento científico tecnológico vinculados a la producción se van financiando y estructurando y sobretodo salen del ámbito nacional y se estructuran con otros países de la región. Fontagro comprende países de América y España. Es un fondo que ayuda a concretar proyectos.
¿Qué significa para Mendoza?
Para Mendoza significa mucho. Hay proyectos de Mendoza y tener una usina de pensamiento aquí y tener la posibilidad que los investigadores tomen contacto con los productores. Con todas las autoridades y técnicos de otros países. Esta es la primera reunión de Fontagro presencial después de la pandemia.
¿Cómo se articula Fontagro con INTA?
Fontagro tiene con consejo directivo y un directorio. Como INTA formamos parte del consejo y del directorio. Carlos Parera, mendocino y director General del INTA es vicepresidente del directorio internacional de Fontagro. Allí se discuten cuáles son las políticas de financiamiento para los programas. Argentina constituyó el fondo inicial y va generando intereses que se retroalimenta.
¿Qué tipo de proyectos acceden al financiamiento?
Van cambiando criterios porque va cambiando el mundo. En su mayoría son proyectos de innovación y proyectos que involucren a más de un país. Generalmente son 3 o 4 países y a veces más. Se llama anualmente a concurso de proyecto en una determinada línea. Se presentan se evalúan y se financian. Son siempre proyectos de innovación de los institutos de investigación.
¿Como trabaja el INTA respecto al cambio climático y la biodiversidad?
El cambio climático nos interpela a todos. Tenemos sequia con inundaciones. Tenemos programas para la revalorización de nuestro banco de germoplasma. El INTA concentra el 94 % de las especies productivas. Tenemos el resguardo, pero tenemos que aumentar las posibilidades de conservación. Trabajamos con invitro y en vivo, esto último significa que son plantas de distintas especies que están en el campo. Hoy la necesidad de contar con banco de germoplasma activo que aporten carteristas de resiliencia al cambio climático es fundamental. Tenes que tener genética que pueda ir aprovechando las ventanas de trabajo. Eso vinculado al cambio de práctica que tenemos que tener al nivel previo. Acá en Mendoza, el agua es estratégico pero los productores siguen regando por manto o surcos y eso es ineficiencia que no estamos en condiciones de darnos ese lujo. Entonces hay que aplicar prácticas que ya están convalidadas por el mundo para mejorar las capacidades acompañado con inversión del sector público que ayude en materia de infraestructura.
¿Cómo está Argentina respecto al mundo?
Argentina lidera varios proyectos y tenemos tecnología de punta, pero tenemos mucho para mejorar. De los 6 millones de hectáreas para regar solo regamos 2 y no lo hacemos muy bien. Tenemos que tener más conciencia de la herramienta que tenemos. Hay que poner más trabajo para que impacte más en el sector productivo. Hay mucha disparidad en los productos. Tenenemos productores vitivinícolas de primera línea y otros que usan prácticas quedadas que podrían mejorar y con poco tendrían un impacto muy positivo en sus producciones. Hay cosas que tienen que ver con el manejo y la capacitación.
¿Proyectos financiados con Fontagro que inciden en nuestra producción?
Ganadería sustentable, la lucha contra el HLB en cítricos ya que somos el segundo exportador mundial de fruta fresca y los proyectos vinculados a la lechería sustentable son de alto impacto. En Mendoza se destaca el sistema de alerta para el tizón tardío de la papa.