Entre los grandes anuncios realizados se encuentran: la creación del campus multiusuario con una novedosa plataforma de e-learning, la creación de una bolsa de trabajo, el desarrollo de un CRM propio para automatizar tareas, la creación del Observatorio para producir información relevante sobre el sector, la incorporación de certificación en tecnología Blockchain y la realización de la Primera Expo Educativa On Line de Formación Continua, No Formal en Argentina, entre otros anuncios.
La Cámara Argentina para la Formación Profesional y Capacitación Laboral, presentó un acuerdo con el Banco Ciudad para acercar una excelente oportunidad para que los interesados puedan estudiar y formarse. Se trata de una línea de crédito de hasta 700.000 pesos, para invertir en cursos, herramientas de estudio (pc, netbook, materiales, otros) y a una tasa diferencial con acceso rápido y accesible. De esta manera, todos los estudiantes de los socios de la Cámara podrán continuar formándose en un un mercado exigente y altamente competitivo.
Durante el evento se repasaron los logros de 2021 y se compartieron los proyectos para el nuevo año, a la vez que se reconocieron y premiaron a los institutos con mayor participación en el Programa de Fortalecimiento Institucional y Desarrollo de Competencias de Socios.
En ese marco, el primer puesto fue para el CEF - Centro de Estudios en Estética y Fitness de Formosa en la persona de María Valeria Díaz de Vivar; el segundo puesto para Marcelo Eugenio Italiano de CreArteCine de Buenos Aires y el tercer puesto para TEC, también de Buenos Aires a cargo de Rocío Gutiérrez.
La voz de los socios también tuvo su lugar con las palabras de Pablo Javier Cardoso González, de INDETEC de la provincia de Tierra del Fuego; Viviana Fernández, del Instituto Privado Formar de Jujuy y Alejandra López de AL Coaching Profesional de Mendoza.
Es de destacar que "la Educación Permanente y Continua (Técnicamente denominada Educación No Formal) es la mayor alternativa de democratización y profesionalización en la Argentina, para garantizar el desarrollo de competencias, habilidades y oficios en pos de una mayor empleabilidad y crecimiento productivo en cada región del país", aseguran desde la Cámara que ya cuenta con más de 230 socios.
En octubre de 2020 se fundaba la Cámara Argentina para la Formación Profesional y Capacitación Laboral con una mirada federal de llegar con sus servicios y capacitaciones a todo el país, en un año que tanto nos afectó a todos a raíz de la Pandemia de Covid-19.
"Allí quisimos estar, en el marco de la permanente revolución y transformaciones digitales y culturales, especialmente para la Educación Permanente y para la Vida", aseguran desde la Cámara.
"En el primer semestre del 2021 ya contábamos con 120 socios, cerrando el año con 230 socios y socias, de todas las provincias del país. El federalismo que nos distingue, hoy se refleja en los institutos y centros de enseñanza de punta a punta de nuestra Argentina", agregan a modo de balance de este exitoso primer año de vida.
Un panorama de la Educación Contínua del país y cómo se prepara para el 2022
Como referencias, a pesar de contar con educación universitaria pública y gratuita, Argentina queda por debajo de la mayoría de los países de la región en relación a sus graduados jóvenes. Según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Asimismo, datos oficiales indican que sólo el 4,5% de la población argentina está en las universidades y, de ese 4,5%, 3,5% están en las universidades públicas y gratuitas.
En un año atípico para el desarrollo económico y social por la pandemia de Covid-19, que ha puesto al aprendizaje en una situación inédita y que aceleró los cambios laborales con el trabajo remoto, el aprovechamiento de la robotización en la producción y el uso de redes informáticas para vincularse entre las personas, se demuestra que el nivel educativo de la población está asociado al de ocupación, al de salarios y al desempleo.
Sin lugar a dudas, la educación inclusiva y de calidad ayuda a abatir la pobreza, ya que el nivel de los ingresos laborales de las personas depende básicamente de su nivel educativo». En el primer trimestre de este año solo el 23,8% de la población ocupada tiene nivel superior y universitario completo, mientras que el 76,2% «ha alcanzado como máximo» los estudios secundarios sobre datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC)
En ese marco, el 85,8% de los jóvenes de entre 25 y 29 años de edad no logró avanzar más allá del nivel educativo secundario y el porcentaje de graduados universitarios se redujo a sólo un 14,2% de los estudiantes. Los datos, que se conocen en medio de la gran polémica que existe en torno a clases presenciales y a la educación en general (INDEC).
En el nivel secundario influye en lo que está ocurriendo en la Universidad. “El 50% de los alumnos termina la escuela secundaria en el tiempo estipulado y otro 10% lo hace de más grande. Es decir que hay muchos que directamente no tienen la oportunidad de acceder a una carrera. Además, hay un porcentaje alto de personas que termina el secundario sin alcanzar buenos niveles de aprendizaje. Esto hace que no lleguen preparados a la universidad y, en muchos casos, abandonen.
El cambio tecnológico ha generado un aumento inédito en el bienestar de las personas, pero también un amplio conjunto de desafíos y problemas: la aparición de ganadores y perdedores, tanto en la dinámica comparada de los países (con las categorías de países “desarrollados” y países “en desarrollo”, o “Norte” y “Sur”) como hacia dentro de los mismos, llevando en muchos casos a una mayor fragmentación en sus estructuras sociales y económicas. La cuestión, entonces, pasa por la inclusión: cómo hacer para que la innovación juegue un rol clave al respecto.
«Es hora de implementar un programa educativo de calidad, innovador, federal y con inclusión social, para asegurar la igualdad de oportunidades. Debemos evitar la consolidación de un modelo socialmente regresivo, situación que se agrava a raíz de esta pandemia global, que afecta más a los alumnos de barrios más humildes, que tienen menos acceso a los recursos tecnológicos», agrega Suárez, experto en educación mediada por el uso de la tecnología.
«El 50% de los profesionales necesitará volver a capacitarse para desarrollar adecuadamente su trabajo para el año 2025, de acuerdo con el informe The Future of Jobs, presentado por el Foro Económico Mundial. No sólo eso; en cinco años, la periodicidad del reciclaje se acorta y cuatro de cada diez trabajadores necesitarán recapacitación cada seis meses o menos», dice el vicepresidente de la entidad.
De ahí que la educación continua de los profesionales, cualquiera que sea su campo de actividad, adquiera más importancia para adaptarse a los constantes y profundos cambios que experimenta la sociedad y, en particular, el mercado laboral. Sin embargo, no todas las personas tienen los recursos económicos propios —o el respaldo de sus actuales empresas, si están empleados— para acceder a una capacitación especializada en su área de actividad.
La demanda por nuevas habilidades crecerá y se requerirán programas para reconvertir, recalificar y reinsertar trabajadores. La crisis laboral provocada por la COVID-19 está dejando como secuela una importante “brecha de habilidades” que requerirá de una renovación en las estrategias de formación profesional en América Latina, con el objetivo de responder a nuevas demandas de competencias, planteó un nuevo documento de OIT.
«Y en ese sentido, la formación online es la protagonista en estos tiempos. Esta metodología de estudio, ya en expansión desde hace años, ha visto como el confinamiento y la crisis de la COVID-19 han sido el detonante para su boom actual. Y es que, tal y según sostiene un estudio de la Universidad de Navarra, se ha establecido un crecimiento del 900%», complementa Suárez.
Google, como motor de búsqueda, destaca ese incremento en cuanto a búsquedas relacionadas con la formación online en términos relacionados como: “formación a distancia”, “aprender desde casa”, “estudiar online”, “escuelas online”.
En el actual contexto en el que los estudios presenciales cuentan con numerosas medidas y restricciones, la formación online ha ido convirtiéndose en la protagonista. No como una medida para no interrumpir clases (que también), sino para ir adaptándose a nuevas maneras de aprender.
El aumento del interés generado en los últimos meses certifica ese cambio en el modelo de aprendizaje con respecto a la educación clásica de las últimas décadas.
Los vertiginosos cambios de este siglo, y las permanentes novedades respecto a las formas de producción e innovación en los procesos productivos, obligan a que el sector destinado a la capacitación esté a la altura de las circunstancias. El avance de la tecnología es tal que incluso ha transformado la vida cotidiana, de modo que intermedia entre todo tipo de relaciones, ya sea comercial, laboral, educativa o incluso familiares y afectivas. Tal es así que los modelos de negocio han cambiado y por tanto las necesidades del mercado laboral. Finalmente, cabe mencionar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles por la educación en el Objetivo 4, sobre garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.