Afinan detalles para la ronda inversa con Brasil (mientras que el sector bodeguero expresa su preocupación por las exportaciones)

(Por Carla Luna) Mientras Argentina logra tener más de 8 viñedos entre los mejores del mundo, las exportaciones lidian con la coyuntura del país 

Coordinada por ProMendoza se realizó en el Templo del Vino de San Martín, una reunión organizativa para repasar los últimos detalles antes de la Ronda Inversa de Vinos y Alimentos con Brasil, que se realizará en el Este el 24 de julio.


Sin embargo, las empresas socias de Bodegas de Argentina expresaron en un comunicado la preocupación por la situación que presentan las exportaciones de vinos, habiendo transcurrido la mitad del año 2023. Situación que califican como crítica, evidenciada por las disminuciones de ventas y el impacto en la relación con los clientes, como consecuencia de las demoras en los pagos al exterior. Esto se traduce en menor nivel de actividad de las empresas y afecta a toda la cadena de valor de la industria del vino.

La Ronda Inversa que arranca el 24 de julio en San Martín, se desarrollará el resto de la semana en los cuatro oasis provinciales. El martes 25 de julio los importadores se reunirán con empresas del Gran Mendoza en el Hotel Cóndor de los Andes, Guaymallén. El miércoles 26 y jueves 27 de julio el evento se realizará en el Hotel de Turismo en Tupungato. La gira de compradores brasileros terminará el viernes 28 de julio en el Centro de Congresos y Exposiciones, San Rafael. Se prevé que al menos 120 empresas de las cuatro regiones de Mendoza participen de –al menos- 700 reuniones de negocios, para vender productos al exterior sin salir de la provincia.

Cabe destacar, que durante el primer semestre, según datos del INV, las exportaciones cayeron en un 26,8% los vinos fraccionados y un 44.5% los vinos a granel. Lo que totaliza una disminución del 31.7% en el volumen total de vinos despachados al exterior.

Los mismos datos llevados a la facturación representan una disminución del 20% para los fraccionados, del 32.3% para los graneles y del 21% para la totalidad de las exportaciones de vinos.

Las caídas de volumen y facturación citadas se deben fundamentalmente a la falta de competitividad del tipo de cambio, frente a los incrementos de costos que han tenido los componentes de los productos (insumos de packaging, materias primas, mano de obra y gastos en general). A La situación generalizada de la macroeconomía, con costos que se incrementan al 150% de manera interanual, debe sumarse la situación particular de nuestra industria donde, una cosecha baja en volumen, disparó los precios de las uvas a valores que superan el 200% y el 300% mayores a los de la cosecha 2022.

Costos que suben a tasas de 3 dígitos y un tipo de cambio cuya variación, si bien se aceleró en el último tiempo, siempre fue menor que aquellos, generan un escenario de caída de rentabilidad generalizada de los productos. En este sentido, se ven más afectados los que tienen rentabilidades más bajas, es decir los de menor precio y más volumétricos.

“El Programa de Incentivo a las Exportaciones (Dólar 300) no resultó de fácil acceso a las bodegas. Las condiciones de ingreso no generaron incentivo alguno para exportar en mejores condiciones cambiarias. Esta falta de competitividad la venimos reclamando en los últimos 2 años, solicitando primero la quita de retenciones (4,5%) y luego con un TC especial para las economías regionales. Ha sido muy difícil para las empresas sostener sus productos en los mercados de destino y este es el resultado. Menores exportaciones en volumen y en facturación” asegura Bodegas de Argentina en el comunicado." “A lo descrito, debemos sumar lo que está sucediendo con las restricciones de transferencias al exterior, ya sea para importar insumos o pagar servicios. Somos una industria que exporta productos finales y debemos abastecernos de insumos importados y abonar a nuestros clientes y distribuidores sus comisiones por ventas, acciones de promoción y publicidad, servicios de marcas, asistencia a ferias internacionales, asesoramientos, etc. El incumplimiento de pago en estos conceptos, genera falta de incentivos comerciales en los puntos de ventas. El mundo del vino es muy competitivo y la ausencia de estos incentivos se traduce en menores ventas. Nos resulta muy difícil desarrollar un mercado. Requiere de años de inversión sostenida. Más difícil resulta sostenerlos en las condiciones descriptas. Las bodegas argentinas han realizado grandes esfuerzos para no perder lo construido, pero llevan mucho tiempo exportando en condiciones que claramente les son desfavorables” agrega BdA.

Ante la situación descripta, el sector bodeguero solicita una revisión y actualización del Plan de Incentivo a las Exportaciones (PIE) que contempla: 
a. Eliminar la obligatoriedad de acceso a precios justos. En el caso del vino, las mejoras en el tipo de cambio de ninguna manera impactan en el mercado local. La oferta exportable y los mercados son totalmente diferentes.

b. Incrementar el Tipo de cambio del programa PIE. Actualizar el valor del tipo de cambio al que se liquiden las exportaciones, es decir, aumentar los US$ 300 del plan actual y eventualmente variabilizar para que evolucione con el TC oficial, sin desalentar el uso del PIE por el transcurso
del tiempo.

c. Extender la ventana de tiempo para las operaciones. La lógica del negocio exige, unos 45 días para despachar la mercadería solicitada por los clientes, a lo que debe sumarse otros 90/120 días para el cobro de las mismas. Es decir que estamos en unos 160 días de tiempo desde el inicio hasta el final de la operación. Si bien existe la posibilidad de pre financiamiento en dólares del exterior (como indica el decreto original), no es accesible para los más de 400 exportadores vitivinícolas de nuestro país.

d. Beneficiar con el nuevo TC a todas las cobranzas pendientes de ingreso y liquidación.

e. Agilizar pagos al exterior:La falta de pagos de servicios al exterior, nos genera incumplimiento en los contratos y compromisos asumidos. 

f. La falta de abastecimiento de insumos importados lleva a las empresas a situaciones de improductividad y afecta el cumplimiento de los tiempos.

Riesgo país en mínimos históricos y el dólar busca el fin del cepo

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