Después de la pandemia, y con bastante influencia por las necesidades planteadas durante el encierro, la arquitectura actual vuelve a centrarse en lo esencial redefiniendo la simplicidad, con el agregado cultural mendocino.
“Mendoza es una provincia donde la gente tiene una gran influencia familiar y de amistad por lo que se buscan espacios para poder compartir con los pares: grandes patios, galerías con churrasqueras, piletas, etcétera”, afirman las arquitectas Valentina Del Pie y Sol Frankenberger, de GR Housing, la unidad de negocios de Giménez Riili Desarrollos Inmobiliarios que lleva a cabo proyectos de construcción llave en mano en los barrios que desarrolla (Cortaderas Terra, Las Retamas, Las Tacas, La Carmelina, El Bosque y Las Cortaderas I, II y III)
El arte minimalista, caracterizado por su simplicidad y reducción de elementos, ha impactado en nuestra forma de percibir y apreciar el mundo que nos rodea, y continúa siendo de gran influencia.
Es decir: simpleza y funcionalidad ante todo; revestimientos y acabados sencillos y honestos que armonizan las texturas reales de los materiales de construcción; espacios abiertos y amplios en los que se valora la luz natural, con predominio de líneas rectas y sensación de amplitud; ambientación simple con poquísimo detalle, que transmite sensación de limpieza y orden; y paletas de materiales neutrales y limitadas, a menudo reducidas al concreto, vidrio, metal, piedra y madera.
“La tendencia son fachadas cada vez más simples con el uso de pocos materiales, en especial minimalistas como el microcemento y el hormigón armado. En terminaciones, también se nota esta influencia: para los pisos se suelen usar placas más grandes y lisas con diseños más simples y colores definidos, ya sean cálidos o fríos”, confirman las profesionales.
En el mundo se valoran los materiales cercanos, genuinos, que representen lo local y que, con su transporte cercano, generen una menor huella de carbono. Aunque en Mendoza este último factor no se mida para la construcción, sí se aprecian más las piedras nativas de la montaña provincial cuando hay que elegir un revestimiento.
Además, hay una preferencia creciente por la utilización de materiales reciclados, reutilizados o naturales y de bajo impacto ambiental, con tratamientos y terminaciones sin elementos químicos nocivos, que los hagan más duraderos y resistentes a la humedad y a la suciedad.
Precisamente, el cuidado del ambiente, la eficiencia energética y la sustentabilidad son preocupaciones cada vez más frecuentes entre quienes construyen en Mendoza.
“Nuestras viviendas están diseñadas hacia el Norte, que es la mejor orientación para reducir el gasto de climatización y energético en Mendoza. También pensamos los proyectos con doble vidrio para mejorar la calidad de vida y clima interno. En algunos casos hemos optado por paneles y termotanques solares, pero no toda la gente confía aún en que sean sistemas que puedan colaborar y funcionen bien en sus hogares”, comentan.
En cuanto al sistema constructivo, el sistema tradicional continúa liderando las preferencias, aunque cada vez toman más fuerza los denominados “livianos”.
GR Housing fue creado por Pablo Giménez Riili, quien aplica junto a un calificado equipo toda su experiencia en construcciones de lujo como el hotel de The Vines of Mendoza y el restaurante Siete Fuegos (de Francis Mallmann), a experiencias únicas en proyectos personalizados llave en mano.
“Nuestro servicio está pensado para que los clientes disfruten de la parte linda de la construcción y que puedan participar del proceso sin el estrés que conlleva, ya que nuestro equipo se dedica a resolver todas las tareas burocráticas de compras de materiales, pedidos de inspecciones, dirección de obra, etcétera. Sólo se pide la participación de los clientes para definir funcionalidad y estética al principio, y en etapa de terminaciones al final”, explica Pablo Giménez Riili.