Los precios de los combustibles volverían a aumentar en las próximas horas más de un 3% por la suba del petróleo crudo a nivel internacional y la devaluación lenta pero constante del peso, el ajuste en los impuestos internos y en los biocombustibles como contexto local.
Este viernes treparán $ 1,98 por litro las naftas y $ 1,23 el gasoil, de acuerdo a un cuadro publicado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Al cierre de esta edición, el Gobierno no había postergado este incremento. Según publicó EconoJournal, el Ministerio de Economía trabaja en un esquema para modificar los ajustes trimestrales de los impuestos a los combustibles.
Además, las petroleras privadas esperaban conocer los movimientos de YPF para trasladar al público las alzas en los biocombustibles (1,9% en bioetanol y 3,6% en biodiesel) que se aplicaron desde el 1 de marzo y recuperar márgenes en el sector de la refinación, que disminuyeron como consecuencia de la depreciación de la moneda y el mayor precio de compra del crudo a nivel interno.
Las refinadoras adquirieron el barril de petróleo Medanito (que se produce en Neuquén) a entre u$s 51 y u$s 53 para su uso en marzo, y algunos contratos se congelaron por tres meses, con la expectativa de que el Gobierno habilite un sendero de aumentos en los surtidores, que acumularía un 15% hasta mayo.
Como anticipó El Cronista, las productoras (Vista, Pluspetrol, Tecpetrol y Sinopec) acordaron con las refinadoras (Raízen y Trafigura) los términos comerciales de forma privada y siempre con la intención de que el Gobierno no intervenga el sector mediante decretos o regulaciones, para preservar la posibilidad de exportar los saldos que restan después del pleno abastecimiento del mercado interno.
Desde agosto del año pasado, cuando se liberó el congelamiento de los precios que tuvo vigencia durante los primeros ocho meses de la presidencia de Alberto Fernández, los combustibles subieron un 40% en seis meses.
La estrategia comercial de YPF fue encabezada por su CEO, Sergio Affronti, que busca que los precios en dólares no se atrasen y seguir de cerca la variación del tipo de cambio.
Esto le permitió oxigenar la caja en el último trimestre del año y recortar una parte de las pérdidas que tuvo la petrolera en uno de los peores años de la historia económica argentina y el peor de la empresa.
A la vez, los incrementos le otorgan a YPF los fondos necesarios para invertir unos u$s 2700 millones este año, un 74% más que los u$s 1554 millones de capex destinados en 2020, ya que casi el 80% de los ingresos los genera con las ventas de combustibles como gasoil, nafta y jet fuel en el mercado local.
Mientras tanto, la demanda en las estaciones de servicio no repuntó en enero, por una temporada turística restringida.
Los dueños de las bocas de expendio aseguran que falta un aumento de entre 13% y 15% en los precios, que se debe conjugar con lo que puedan pagar los consumidores.
A pesar de que la mayoría de los estacioneros están operando a pérdida, no se esperan cierres masivos en los próximos meses, según lo que cuentan en las cámaras patronales sectoriales.