Esta costumbre argentina de estar de un lado o del otro de la vereda nos lleva a paralizarnos como sociedad.
El proyecto de Puente del Inca va a traer trabajo genuino para muchos mendocinos. El turismo es mano de obra intensiva y alta montaña tiene el potencial, por su belleza natural, de atraer a muchos visitantes.
El conflicto con las personas que trabajan en la zona debe ser resuelto con diálogo. El hecho de haber trabajado por años en un lugar que es patrimonio de todos los mendocinos no genera ningún derecho. Sin embargo, la voluntad de trabajar en la alta montaña merece el mayor de los respetos porque es muy duro trabajar en cualquier villa de alta montaña. No es fácil conseguir gente que quiera trabajar en lugares donde la montaña te hace sentir el rigor.
Los mendocinos tenemos la oportunidad de hacer "la gran Messi" ponernos todos del mismo lado y lograr llevar adelante este proyecto que es necesario para Mendoza. No es necesario estar de acuerdo en todo para trabajar en equipo. Es necesario estar de acuerdo en algún tema y estar dispuestos a colaborar. Es un buen proyecto que presenta el gobierno. En caso como estos esperamos que la oposición no actúe desde la grieta y colabore para que se concrete para bien del turismo de Mendoza.
Nos merecemos que las villas cordilleranas sean lugares para que la gente tenga trabajo digno y que los mendocinos y turistas podamos disfrutarlas. Estuvimos 20 años para empezar con el perilago de Potrerillos, no esperemos 20 años para empezar con Puente del Inca.
El turismo activo (rafting, senderismo, andinismo, tirolesa y otros) se puede realizar en muchos lugares naturales de Mendoza.
En el sur, el uso del agua para rafting, a veces, compite con el uso del agua para riego agrícola o para la generación de energía. Si pensamos que el turismo es un actor clave para la matriz productiva de nuestra provincia podemos ser capaces de establecer diálogos para lograr sinergia entre las diferentes actividades económicas y destrabar este conflicto. La ley de aguas tiene más de 100 años y es excelente para la agricultura, el punto es que en ese momento no existía el rafting. Esta actividad no consume agua, solo la usa, con criterio se pueden hacer las 2 actividades.
Como mendocinos nos merecemos dialogar para encontrar soluciones que mejoren la calidad de vida de la gente.
Si empezamos a ver al turismo como una actividad económica podemos generar muchos nuevos puestos de trabajo en toda la provincia.