Los estudiantes provienen de distintas instituciones de la provincia, entre ellas el Departamento de Aplicación Docente de la UNCuyo (Ciudad), el Colegio Sagrado Corazón (Ciudad), la Escuela Toribio de Luzuriaga (Tunuyán), el Instituto de Educación Superior (Junín) y la Escuela Gilda Cosma de Lede (Maipú).
Durante varias semanas, los jóvenes asistirán a clases junto a sus pares franceses en el Lycée Charles de Gaulle de Caen, donde tendrán una inmersión total en la lengua y cultura francesa. La iniciativa busca fortalecer el aprendizaje del idioma y, al mismo tiempo, fomentar competencias globales, el respeto por la diversidad y la convivencia intercultural.
Una experiencia que cambia vidas
El intercambio nació en 2019, a partir de un hermanamiento entre escuelas mendocinas y francesas, y desde entonces se ha consolidado como una propuesta única en la región. Antes de viajar, los estudiantes reciben una preparación intensiva en idioma francés, que les permitirá desenvolverse con mayor autonomía en su estadía.
La propuesta contempla, además, la reciprocidad del intercambio: en una segunda etapa, los alumnos franceses visitarán Mendoza, lo que permitirá a las familias locales convertirse en anfitrionas y generar un vínculo cultural y educativo enriquecedor en ambos sentidos.
Para los jóvenes, la expectativa es enorme. Francesca, una de las estudiantes que viajará a Normandía, compartió su entusiasmo: “Cuando me dijeron de hacer un intercambio, lo hablé con mi mamá y mi papá, y me dijeron que con todo el esfuerzo lo íbamos a hacer para que yo tuviera la posibilidad de esta experiencia. Estoy aprendiendo el idioma, porque siempre estudié inglés, y ahora la verdad que me gusta mucho”.
Educación con mirada global
Más allá del perfeccionamiento del idioma, la experiencia apunta a formar ciudadanos capaces de adaptarse a un mundo cada vez más interconectado. Vivir en otro país, compartir con familias anfitrionas y asistir a clases en una institución extranjera permite a los estudiantes adquirir habilidades blandas, autonomía, confianza y una visión más amplia de la realidad.
Este viaje marcará un antes y un después en la vida de los 23 jóvenes mendocinos, que volverán con un bagaje de conocimientos y vivencias difícil de replicar en el aula. Una oportunidad que combina educación, cultura y crecimiento personal, y que confirma que aprender idiomas abre puertas a nuevas realidades y futuros posibles.