“Casa Septem” del latín siete tiene un significado especial para la familia Cioffi, la cual está constituida por siete miembros y ésta numerología no menor se coronó con la apertura un día 7.
El lodge de 19 habitaciones con capacidad máxima para 70 personas, se encuentra en medio de una quinta de viñedos y álamos, donde un gran lago secunda la vista principal de los jardines que invitan a disfrutar de una gran estadía.
No es menor que la zona de los cuartos permiten visualizar el Cordón del Plata y la vista completa del volcán Tupungato como un privilegio para pocos. Además cuenta con un spa que ofrece servicios de hidromasajes, sauna, y sala de relajación con personal capacitado, y un gran restaurante para 450 personas, lo cual permite eventos especiales.
“La idea es que el hotel funcione como salón de eventos con hotelería incluida. La condición es que se cierre el hotel. El lugar cuenta con estacionamiento, guardarropa y un pastizal gigante para colocar cuatro carpas”, explicó Camila Cioffi quien gerencia este espacio exclusivo y aseguró que el lugar permite un evento de hasta 600 personas.
El proyecto permaneció durante 10 años en obra gruesa y durante el 2019 el Grupo Cioffi decidió concluirlo con el propósito de festejar la boda de uno de los miembros de la familia. De esta manera, el proyecto que se pensó para alojar a los invitados durante la noche de la fiesta se convirtió en un lodge de características únicas que permite vivir una grata experiencia a los visitantes.
Estrictas medidas de seguridad
“El hotel está rodeado de viñedos. Se puede pasear por la finca, disfrutar del proceso de la cosecha y la poda en primera persona. Además tendrá actividades propias relacionadas al enoturismo cuando se regularice la situación post cuarentena”, explica Camila Cioffi quien aclaró que Casa Septem forma parte del programa de Hoteles Seguros de Valle de Uco, una campaña liderada por la Municipalidad de Tupungato que exige condiciones para fomentar el turismo seguro en la región.
Así Casa Septem responde a los protocolos de COVID19, con extremas medidas de precaución, como una ocupación del 50 %, la posibilidad de calentar el desayuno en el cuarto para evitar compartir la sala principal y las personas que trabajan deben colocarse su uniforme dentro del hotel y los proveedores responden a las normativas establecidas para evitar contagios.
En medio de la pandemia, cuando la mayoría de los hoteles cierran Cioffi apuesta a una apertura, que si bien estaba proyectada antes de la pandemia, significa una luz de esperanza para el sector de continuar ofreciendo este tipo de servicio a turistas extranjeros.
“La idea de abrir este hotel emerge de un proyecto familiar como el nombre lo indica. La finca tiene un significado para nosotros de la misma manera que el hotel para toda la familia. La idea nuestra era armar un hotel pequeño, confortable donde los huéspedes se sientan en sus casas. Que conozcan Mendoza en su esencia, en función del viñedo, la cosecha, el paisaje y el sonido de una de las regionales más atractivas”, describe Camila.
La finca La Celina, como se llama el sitio donde se emplaza el lodge lleva el nombre de su abuela: “Es una finca que se le ha puesto mucho amor” , comentó y agregó que esta casa se pensó desde la unión familiar y busca generar y ofrecer a los visitantes ese mismo sentido.
Precios. El alojamiento está pensado para extranjeros, por lo que hasta antes de la cuarentena la tarifa se cotizaba en US$ 250 en base doble para dos personas. En estos momentos hay una promoción especial para el turismo mendocino que oscila los $10.000.