Para el mismo se conformó un por las Municipalidades de General Alvear, Malargüe, San Rafael (las tres de la provincia de Mendoza), siendo el Presidente del Consorcio, el Intendente de General Alvear Walther Marcolini; Rancul, Realicó (las dos de la provincia de La Pampa), Unión (provincia de San Luis), Lincoln (provincia de Buenos Aires) y el Instituto Argentino de Ferrocarriles (IAF), como personas jurídicas.
Su propósito es reactivar y operar los ramales ferroviarios que atraviesan esos municipios, los que se hallan desactivados (sea por clausura oficial o por abandono de su operación), con el fin de brindar servicios de transporte de pasajeros, encomiendas, turismo y cargas, de modo de volver a integrar zonas que fueron relegadas por el abandono del tráfico ferroviario en diferentes épocas (gobierno militar en 1978 y gobierno civil en 1993) y recuperar el trazado original de la unión entre los Océanos Atlántico y Pacífico planteados desde el Siglo XIX por este mismo ferrocarril.
El total del tramo del proyecto, incluyendo todas las conexiones con el corredor principal, son 1.400 km. de vías. La iniciativa integral incluye vías, obras, señalamiento, comunicaciones, edificios de estaciones, playas, talleres, equipamiento, locomotoras, vagones y coches-motor. También capacitación de personal para trabajar en cada fase del proyecto y en la futura operación ferroviaria. La inversión total aproximada US$ 2.300 millones.
Tramos y etapas:
En una primera etapa se piensa en el tramo Realicó (La Pampa) a Colonia Alvear Oeste y Carmensa (General Alvear, Mendoza), por Unión, lo cual significa una reconstrucción integral.
En una segunda etapa se proyectan los: ramales del Sur de Mendoza, con dos fases:
A) Troncalización hacia Malargüe y reactivación general con la conexión a Lencinas y Palmira y renovación y/o reconstrucción según tramos. Conexión con Paso Libertadores.
B) Conexión internacional a Chile, tanto intermodal en nodos logísticos de frontera, como también mediante un nuevo enlace ferroviario físico en pasos a determinar, lo cual implica una obra nueva. Acceso a la red ferroviaria chilena de trocha ancha, a la ciudad de Santiago y a tres puertos del Océano Pacífico.
La tercera etapa apunta al mejoramiento y/o renovación de los ramales de conexión y circulación desde Realicó hacia el litoral fluvio-marítimo del eje Río Paraná (puertos y sectores industriales zona Rosafé, Villa Constitución, San Nicolás, Zárate y Campana), Río de la Plata (puertos de Buenos Aires y La Plata) y puertos atlánticos de Quequén y Bahía Blanca-Rosales. Abarca 11 complejos portuarios públicos, privados y mixtos con accesibilidad ferroviaria.
La cuarta y última es la: Conexión estratégica con la Mesopotamia y países limítrofes: Eje estratégico penta-nacional (Argentina-Brasil-Uruguay-Paraguay-Chile). Nodo logístico en Mercedes y planta de bitrochaje ferroviaria en Zárate.
El proyecto también prevé desarrollos colaterales de cada economía regional, ya que el convenio firmado con la UTE dedica un capítulo a la posibilidad de inversión de capitales chinos en este sentido. A lo largo del corredor existen desarrollos, por ejemplo agrícolas ganaderos en la zona pampeana, en la zona del sur de Mendoza y San Luis industrias vitivinícolas, frutihortícolas y mineras. En principio será para trenes de carga pero proyectan el transporte de pasajeros y el desarrollo turístico.