Este resultado posiciona a Cuyo —que incluye a Mendoza, San Juan y San Luis— entre las zonas con menores perspectivas de contratación del país, solo por encima del NEA, que registró una ENE de -4%. El dato preocupa, ya que representa una caída de 18 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior y de 17 puntos interanual, según revela el estudio elaborado sobre una muestra de más de 700 empleadores en todo el país.
Un contexto nacional débil, con sectores que traccionan
A nivel país, la Expectativa Neta de Empleo se ubica en +3%, apenas un punto por encima del trimestre anterior. Aunque el dato marca una tenue mejora, Argentina sigue siendo el país con las expectativas más bajas de contratación en América, detrás incluso de economías con mayores desafíos estructurales.
En contraste, sectores como Energía y Servicios Públicos (+37%) y Transporte, Logística y Automoción (+24%) lideran la generación de empleo. Sin embargo, estas mejoras no logran traccionar con fuerza en el interior profundo, y menos aún en regiones como Cuyo, donde la inversión privada aún se muestra contenida y la reactivación se percibe distante.
¿Qué pasa en Mendoza?
Si bien el informe no desagrega datos provinciales, la caída regional de Cuyo refleja un freno en las intenciones de contratación también en Mendoza. El enfriamiento del sector tecnológico, las dificultades del consumo masivo y la desaceleración en obras de infraestructura pública son algunos de los factores que impactan en la plaza local. A ello se suma la cautela del empresariado, que frente a un escenario macroeconómico volátil, opta por mantener plantillas estables o reducirlas.
En palabras de Luis Guastini, presidente de ManpowerGroup Argentina: “Seguimos teniendo las intenciones de contratación más débiles del mundo. Si bien hay sectores más dinámicos que traccionan, el mercado laboral continúa sin mostrar una mejora estructural”.
Mientras tanto, otras regiones despegan
Mientras Cuyo se enfría, la Patagonia lidera con una ENE de +28%, seguida por el NOA con +13% y el AMBA con +6%. Esta disparidad regional deja en evidencia la necesidad de políticas de incentivo localizadas y planes de reactivación sectorial para economías provinciales que, como la mendocina, se ven aún atadas a dinámicas nacionales más que a motores internos de crecimiento.
En un contexto en el que países como Brasil (+33%) o Costa Rica (+41%) encabezan el ranking de expectativas laborales en América, la realidad mendocina exige atención: el empleo no despega, y sin inversión, la reactivación queda en suspenso.