Alejandro Spinello, José Beccar y Daniel Nofal son tres empresarios mendocinos (algunos por nacimiento y otros por adopción) amantes del deporte de invierno que apostaron a este emprendimiento millonario, el cual comenzará a funcionar para la temporada 2021 con una estación boutique al estilo de Alaska y Canadá que incluye pisanieves y helicópteros. Para el invierno 2022 se estima que contarán con los medios de elevación, una vez habilitados por el Gobierno Provincial, ya que cuentan con 18 meses para su instalación.
“La inquietud nace porque en Sudamérica la mayoría de los centros de esquí han quedado mal parados tras el calentamiento global. Entonces comenzamos a explorar y dimos con un lugar que reúne todas las condiciones”, explica Alejandro Spinello, quien detalla que la ubicación es privilegiada por sus pendientes y calidad de nieve, ya que se trata de un punto estratégico tanto por en latitud como longitud donde recibe aporte de todas las tormentas en abundancia. Su ubicación favorece la permanencia prolongada de nieve desde mayo hasta octubre.
El proyecto se desarrolló bajo un masterplan a través de un acuerdo con Mountainworks para el diseño de lo que será el mejor centro de esquí de Sudamérica. Esta empresa de Colorado (Estados Unidos) es líder internacional en la creación de estaciones de esquí. Trabajan con un comité científico tanto del Conicet como de otros países. Tras tres temporadas, en marzo concluyó el trabajo de evaluación, planificación, diseño y estrategia para realizar ahora el esquí exploratorio que permite corroborar estudios referidos a la medición de avalanchas y estaciones meteorológicas, entre otras.
“Tendremos el mejor lugar donde esquiar. Medios de última generación, de alta velocidad, las sillas y pomas más modernas de Sudamérica. Desde la base se podrá acceder a unos de los sectores de esquí fuera de pista más grande del mundo”, detalló Spinello y comentó que el masterplan pone el mayor foco en el diseño de medios y de pistas; por eso trajeron drones especiales de EEUU que mapearon la montaña, para que los arquitectos y ingenieros trabajaran con los desniveles. El objetivo es que la experiencia del usuario sea la mejor”
El proyecto es mucho más ambicioso que un centro de esquí tradicional; se trata de un pueblo de montaña que generará de forma directa mil puestos de trabajo y hasta 5.000 de forma indirecta. La inversión significa US$ 88 millones en esta primera etapa y se estima que para el 2025 podría alcanzar el 100% de su desarrollo, demandando un total de US$ 250 millones. Apunta al mercado internacional del turismo de esquí y snowboard, el cual tiene un alto costo de consumo per cápita. “En el hemisferio norte hay 150 millones de esquiadores y Argentina recibe un porcentaje insignificante pudiendo atraer a mucho más. Un factor preponderante es la seguridad de habrá nieve de calidad y eso debe ser acompañado de confort y medios de alto nivel. El esquiador extranjero tiene que tener la seguridad de que habrá nieve, porque no viaja de un día para otro, sino que lo planifica con tiempo”, analizó Spinello, evaluando las demandas de este público que requiere de servicios de primer nivel, lo cual incluye alojamientos, transportes, gastronomía y equipos que darán lugar a otra reinversión en diferentes sectores.
¿Cómo será El Azufre?
El Azufre funcionará con combinación de energías sustentables como la fotovoltaica, solar, eólica, geotérmica y la microehidroeléctrica, la cual no tiene impacto ambiental. Además el proyecto incluye un plan de forestación desarrollado con científicos y biólogos de Malargüe y el Conicet para plantar un millón de árboles. Según los estudios, las especies que mejor se adaptan son el aspen, el ciprés de la cordillera y el pino ponderosa. Este plan genera un círculo virtuoso donde contribuyen a generar más nutrientes al suelo, se conserva mejor el agua, dan sombras en el verano, y se mitiga la huella de carbono que genera la llegada de turistas al lugar.
El pueblo de montaña autosustentable emplazado en un terreno de 14.000 hectáreas, 3.000 plazas para recibir a turistas y posee cuatro zonas definidas según el masterplan. La primera zona incluye hoteles, condominios, paradores, espacios comerciales, supermercados oficinas de venta de tickets, estacionamiento y hasta un Centro Médico de Alta Complejidad. La segunda zona llamada Peteroa Hot Spring está pensada para el descanso y la relajación con cabañas, spa y la posibilidad de tomar baños termales.
La tercera zona llamada Cordón del Cura promete ser bowls entre los más valorados del universo del esquí, se trata de fraccionamiento de terrenos pensados para diversas explotaciones y finalmente River Valley donde se plantea un lodge pensado para actividades de verano. Las cuatro zonas estarán preparadas con la modalidad ski in/ out
El centro de esquí propiamente dicho contará con 1.500 hectáreas de esquiables en 40 pistas con más de mil metros de desnivel para deslizarse sobre una nieve polvo de alta calidad. En infraestructura, el masterplan determinó ocho medios de arrastre entre sectores, seis aerosillas elevación y una telecabina, lo cual estipulan la base de uno de los centros de esquí más importante del hemisferio sur.
¿Cómo llegar? El trayecto para llegar es parte del atractivo. Se toma la Ruta Nacional 40, se llega hasta el Paso Pehuenche, luego la Ruta provincial 226, Paso Vergara donde se hacen 80 kilómetros en un camino de tierra sin cornisas, donde prevalecen los valles en una geografía inhóspita. Este se estima será asfaltado por Vialidad provincial una vez que evolucione el proyecto.
De esta manera, si todo marcha según lo planeado, el año que viene podría estrenarse una parte y por completo con medios de elevación en 2022.