La corona, que han llevado 30 reinas a lo largo de estas tres décadas, representa no solo la belleza y el esfuerzo de quienes la portan, sino también la cultura y tradición de Mendoza. Como mencionó Enzo Vendimia, fundador de la empresa, "Han pasado 30 años desde que empezó este sueño. La corona es una idea que después se fue transformando para devolverle a la provincia el haber confiado en nosotros como empresa líder".
La historia de esta joya es tan rica como los elementos que la componen. Su diseño está inspirado en los símbolos más representativos de Mendoza: las vides, el Camino de Martiniano, la Alameda, los guanacos y el sol. Además, está elaborada con materiales nobles como oro, diamantes y piedras preciosas, que representan la pureza y nobleza de la tradición vendimial.
La Fiesta Nacional de la Vendimia es un evento popular que convoca a miles de personas, tanto locales como turistas, quienes se acercan para celebrar el esfuerzo de los trabajadores del vino y la identidad de la provincia. En este contexto, la corona vendimial es un emblema que refuerza la conexión entre la cultura, la historia y la economía mendocina.
La relación entre Vendimia y la elaboración de la corona surgió de manera espontánea. "En aquel momento que la donamos, la gente nos apreciaba y nos traía cajones de fruta y dulces. Este acto se metió en la tradición y se hizo a partir de la adición de elementos", recuerda Enzo Vendimia. En 1994, con la llegada de un nuevo presidente y un episodio en el que la corona original fue robada, nació la idea de crear una joya que representara de manera definitiva el espíritu de la fiesta.
“Este se suma a la presencia de empresarios mendocinos que, con su apoyo, contribuyen a reforzar la identidad de la provincia y a mantener viva la tradición de la Fiesta de la Vendimia” mencionó Diego Gareca, director de Cultura de la Provincia y agregó “la corona vendimial no es solo un adorno, sino un símbolo que refleja la historia, el esfuerzo y la pasión de todo un pueblo”
Con 30 años de historia, la corona vendimial sigue brillando como una de las piezas más emblemáticas de la fiesta, recordando a cada generación la importancia de la cultura y el trabajo vitivinícola en Mendoza.