El Gobierno de Mendoza sigue con el plan de reactivación y sostenimiento del sector hidrocarburífero, que se inició al comienzo de la cuarentena por COVID-19, ante el escenario de la caída en el consumo y el derrumbe del barril de crudo. Durante esta semana se concretan inspecciones en áreas de Malargüe que incluyen explotación, exploración y una central térmica para proveer energía eléctrica a la red.
Los inspectores, que no han dejado de trabajar durante la pandemia, llevan adelante este operativo para que ningún yacimiento cierre, luego del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Mendoza e YPF para mantenerlos activos.
Cabe destacar que, cuando se cierra un pozo, se afecta el sistema de extracción y se corre el riesgo de perder la inversión, ya que retomar los niveles de producción anteriores al parate puede demandar varios meses o resultar infructuoso.
Los yacimientos de Malargüe operan con normalidad, y estas fueron las inspecciones que se realizaron:
-Lindero de Piedra, UTE de Hattrick y la estatal Emesa, que llevan adelante un novedoso plan para realizar todos los estudios para una eventual explotación de crudo extrapesado en la zona. Opera con normalidad.
-Planta recepción de crudo. La construcción del Polo de Servicios Petroleros, a cargo de Emesa, sigue su curso y su objetivo es recibir, acopiar, acondicionar y despachar petróleo crudo hacia la refinería de Luján de Cuyo.
-Puesto Rojas: Operado por El Trébol. Sigue operando en su primera concesión de crudo no convencional y tiene en marcha la ejecución de una central térmica de gas para inyectar energía eléctrica a la red en el Sur.
-Atuel Norte Explotación. Operado por Aconcagua Energía, trabaja con normalidad y está haciendo tareas de pulling: servicios de reparación que buscan mantener y mejorar la producción de los pozos.
-El Sosneado, operado por Petroquímica Comodoro Rivadavia. Trabaja con normalidad y realiza obras de inversión en el yacimiento.
El plan para agilizar inversiones
Para lograr reactivar el sector petrolero, que es clave en la matriz productiva de Mendoza, el Gobierno de Rodolfo Suárez trabaja desde marzo en tres frentes: las arduas negociaciones con YPF, que había decidido de forma unilateral dejar de comprar crudo a las operadoras locales; el pedido de aprobación del barril criollo, que estabilizó el precio para las regalías, y el trabajo conjunto con las operadoras, para que los yacimientos siguieran activos y no se perdieran empleos.
A estas acciones, a cargo del Ministerio de Economía y Energía, encabezado por Enrique Vaquié, se suma el estudio de un nuevo esquema de licitaciones, que atraiga más inversiones, ahorre burocracia y dé oportunidades en igualdad de condiciones a todos los operadores.
Se llama “esquema de licitación permanente”: la idea es generar licitaciones con fecha de inicio pero no de cierre. Este mecanismo ya ha sido probado con éxito en regiones petroleras de Canadá y Colombia.
“La idea es generar un modelo con las condiciones particulares de cada área y establecer una fecha de inicio”, comentó el director de Hidrocarburos de Mendoza, Estanislao Schilardi. “Por ejemplo, cada tres meses se abren los sobres, y las áreas que no tuvieron ofertas siguen en carrera”, detalló.
Con este esquema, la Provincia tendrá siempre áreas para ofertar y, a su vez, podrá medir el atractivo o la viabilidad de cada proyecto. “Es un termómetro de cuán atractiva es cada inversión”, explicó.
El objetivo es dar agilidad a los procesos licitatorios, oportunidades para que todos los operadores tengan acceso al catálogo hidrocarburífero de la provincia y aumentar la inversión y el empleo en este sector.
Fuente: Prensa Gobierno