El RIGI: un impulso a las grandes inversiones
El RIGI establece un umbral mínimo de inversión de 200 millones de dólares, que puede aumentar a 1.000 millones para proyectos de exportación estratégica. Además, garantiza estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria por 30 años, creando un entorno seguro y predecible para las inversiones a largo plazo. Entre los beneficios destacan una reducción del impuesto a las Ganancias al 25%, un gravamen reducido sobre dividendos y la exención de derechos a las importaciones y exportaciones, disminuyendo significativamente los costos operativos.
Asimismo, los incentivos cambiarios permiten la libre disponibilidad de divisas, un reclamo histórico del sector. Esto elimina la obligación de ingresar o liquidar divisas en el mercado de cambios, proporcionando mayor flexibilidad financiera.
Proyectos de cobre: una nueva era
De los seis proyectos de cobre que más esperaban el RIGI, Josemaría en San Juan es el más avanzado, con una inversión de 5.000 millones de dólares y la contratación de 6.000 trabajadores directos. San Jorge en Mendoza y Taca Taca en Salta seguirán en 2025, mientras que Los Azules en San Juan y El Pachón, junto con el Proyecto Mara en Catamarca, iniciarán en 2026 y 2027 respectivamente. Estos proyectos ya han recibido más de 740 millones de dólares en exploración en los últimos 15 años.
Con estos desarrollos, Argentina podría producir 1.066 mil toneladas de cobre anuales, logrando las primeras exportaciones para 2027 y alcanzando un valor de 9.000 millones de dólares anuales en exportaciones, con un saldo comercial de casi 7.000 millones de dólares.
Santa Cruz: el ocaso del oro
El avance del cobre relegará a Santa Cruz como la provincia líder en exportaciones mineras. Actualmente, sólo tres minas de oro (Cerro Negro en Santa Cruz, Veladero en San Juan y Lindero en Salta) tienen una vida útil operativa de al menos diez años. Sin nuevos proyectos de oro y plata en el horizonte, el futuro de estos metales podría depender de los proyectos de cobre que también contienen oro como mineral secundario, como El Pachón, Los Azules y Taca-Taca.
Conclusión
La implementación del RIGI y el avance de los proyectos de cobre tienen el potencial de transformar radicalmente el panorama minero argentino, desplazando al oro y posicionando al cobre como el principal mineral de exportación del país. Este cambio no solo duplicará el empleo en el sector, sino que también triplicará las exportaciones, redefiniendo el mapa minero nacional.