Las luces ya empiezan a encenderse y miles de fans están armando las valijas. Falta muy poco para que Futttura despliegue toda su energía en un festival que promete atraer público de toda la región. Pero Futttura no es solo música: del 24 de octubre al 15 de noviembre, el evento también demuestra cómo los espectáculos pueden mover el turismo en Buenos Aires. Según datos de la plataforma Airbnb, las búsquedas de espacios para esas fechas aumentaron más del 90% en comparación con el mismo período del año pasado.
En los últimos años, los grandes eventos culturales y musicales se consolidaron como verdaderos motores del turismo en la Argentina. Festivales como Lollapalooza, los recitales internacionales en estadios y las celebraciones masivas en distintos puntos del país generan un flujo constante de visitantes. Según una encuesta realizada por la plataforma Airbnb en Argentina, más del 30% de las personas viajan por conciertos de artistas y festivales de música.
Este tipo de eventos masivos no solo pueden dinamizar el sector turístico, gastronómico y de transporte, sino que también alientan el consumo en comercios, y servicios urbanos, generando un impacto en las comunidades locales. Una tendencia similar se prevé ahora a partir de la amplia convocatoria de Futttura.
Se espera que muchos asistentes viajen desde otras provincias para poder presenciar el festival. Estas son las cinco ciudades con el mayor número de fanáticos realizando búsquedas de alojamiento para ver en vivo a la cantante: Mendoza, Córdoba, Tucumán, Rosario, Neuquén.
La información de la plataforma Airbnb también menciona que la edad promedio de los huéspedes que reservaron estadías para las fechas del festival es de 24 años, un perfil Gen Z que se destaca por la pasión por los grandes eventos. Esta nueva generación de viajeros prioriza experiencias culturales y de entretenimiento, eligiendo lugares que les permitan integrarse en la vida urbana y compartir su paso por la ciudad.
Con su espíritu innovador y su propuesta integral, Futttura se posiciona como un símbolo de integración cultural. El interés por Buenos Aires continúa en ascenso y el impacto del festival podría extenderse más allá de sus fechas, generando un efecto prolongado.
El auge por este tipo de festivales refuerza una tendencia que ya se observa a nivel nacional: los grandes eventos se transforman en verdaderos catalizadores de movimiento económico y social. Al atraer visitantes de distintos puntos del país y del exterior, promueven la actividad turística, fortalecen la identidad cultural y consolidan a la Argentina como uno de los destinos más vibrantes de la región.