Crónica de una desinflación que gana terreno

(Por Damián Vlassich, Team Leader de Estrategias de Inversión IOL) El jueves 12 por la tarde, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a mayo de 2025. El dato sorprendió positivamente, registrando una variación mensual de 1,5%, marcando no solo una clara desaceleración frente al 2,8% de abril, sino también el nivel más bajo desde noviembre de 2017 (sin tener en cuenta los meses de pandemia). Con este registro, la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año asciende a 13,3%, mientras que la variación interanual se ubicó en 43,5%.

Inflación en su nivel más bajo en años, con bajas generalizadas
La desaceleración fue generalizada, pero sobresale el comportamiento de la división "Alimentos y bebidas no alcohólicas" que apenas avanzó un 0,5%, en fuerte contraste con los registros superiores al 3% que mostró en marzo y abril. Este rubro, de alta sensibilidad social y gran peso en la canasta, fue también el de menor variación entre las divisiones, acompañado por “Transporte” (0,4%). El impacto de la caída en los precios de las verduras jugó un papel favorable para que se desacelere la inflación en alimentos. Por el contrario, las subas más destacadas se observaron en "Comunicación" (4,1%), impulsada por aumentos en telefonía e internet, y en "Restaurantes y hoteles" (3,0%), que mantiene cierta inercia por detrás del arrastre en alimentos. Dentro de la categoría núcleo, que agrupa los precios menos volátiles, la suba fue de 2,2%, mostrando una desaceleración respecto del mes anterior (3,2%).

La combinación de un tipo de cambio estable, precios regulados con una dinámica acotada y la retracción en productos estacionales (que incluso mostraron una caída mensual de -2,7%) explican gran parte de la baja generalizada en la inflación. El dato de mayo, a pesar de que es un mes típicamente favorable por estacionalidad, refuerza la señal de que el proceso de desinflación sigue firme. No obstante, deberemos seguir monitoreando de cerca los indicadores de precios núcleo y la evolución de servicios (y salarios), que crecieron por encima del promedio y podrían anticipar cierta resistencia en la desaceleración hacia adelante; en tanto la inflación en bienes se ubicó en 0,9%. Adicionalmente, durante los próximos meses esperamos que el impacto de los estacionales no sea tan favorable como durante el mes de mayo. 

Expectativas a la baja y macro ordenada refuerzan el proceso desinflacionario
Un contexto estacionalmente favorable, en conjunto con un menor dinamismo en alimentos y estacionales, y una salida del cepo sin sobresaltos cambiarios, reforzaron la señal de desinflación. Además, el acuerdo con el FMI, junto con medidas para recomponer reservas y sostener el equilibrio fiscal, también contribuyeron a consolidar la confianza en el nuevo régimen monetario. Este escenario llevó a una revisión a la baja de las expectativas inflacionarias, con el mercado proyectando registros por debajo del 2 % mensual, al menos hasta noviembre.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de mayo, difundido por el BCRA, también se alineó con expectativas que fueron ajustadas a la baja en comparación al reporte previo. La inflación esperada para mayo se ubicó en torno al 2,1% mensual, mientras que el IPC núcleo se proyectó en 2,2%. De cara a los próximos meses, el consenso anticipa una trayectoria descendente con números inferiores al 2,0%: 1,8% en junio, 1,7% en julio y 1,6% hacia noviembre. La inflación acumulada para 2025 fue corregida levemente a 27,1%, aunque se mantiene por encima de las expectativas del mercado.

El contexto macroeconómico reciente refuerza esta tendencia. Desde abril, el régimen de tipo de cambio pasó de crawling-peg a flotación libre, luego que se levantaran un gran número de las restricciones que aplicaban en el mercado de FX. Así, si bien el tipo de cambio nominal registró una leve suba, esto finalmente no tuvo impacto contundente en la inflación. Este punto no resulta menor, teniendo en cuenta que la dinámica cambiaria permaneció presente mucho tiempo en el proceso de formación de precios en nuestro país. El superávit primario esperado para este año se ubica en $13,4 billones, y la actividad económica mostraría recuperación, con un crecimiento del PBI proyectado en 5,2% para 2025 (con efecto de arrastre estadístico de 2024).

El mercado convalida la estrategia oficial
El Gobierno estableció la reducción sostenida de la inflación como uno de los pilares de su estrategia económica. Con especial énfasis en sostener esta tendencia en un año electoral donde cada registro mensual cobra un valor político considerable. En este marco, el Banco Central ha profundizado el giro hacia un esquema de control de agregados monetarios, dejando atrás el crawling-peg y avanzando hacia una mayor flexibilidad cambiaria.

En un contexto donde los relevamientos de alta frecuencia venían mostrando desaceleración, la inflación mostró una caída abrupta, acompañada por expectativas ancladas en torno al sendero de precios. Si bien esta estrategia puede ser efectiva para reforzar la baja de la inflación en el corto plazo, también introduce riesgos de mayor volatilidad en la tasa de interés ante eventuales reconfiguraciones de expectativas, especialmente en un mercado aún sensible a los shocks externos o de confianza.

El mercado ha mantenido su optimismo a lo largo del mes. Las tasas implícitas de inflación para los próximos seis meses (derivadas del diferencial entre bonos CER y tasa fija) se ubican en torno al 1,4% mensual promedio, con una inflación interanual proyectada por debajo del 24%. Estos niveles reflejan una mejora sustancial frente al escenario de inicio del año y consolidan la percepción de que el proceso de desinflación está en marcha.

¿Cómo nos posicionamos?
Ante este panorama, donde tener pesos sin invertir todavía genera pérdidas de poder adquisitivo, desde Estrategias de Inversión de IOL invertironline consideramos posicionarse en activos CER (ajustables por inflación) y LECAPs, ya que representan la mejor opción para resguardar valor contra la inflación.

LECAP Agosto 2025 - S15G5 - (Corto plazo)
Las LECAPs capitalizan sus intereses mensuales y abonan el monto total al vencimiento. La S15G5 se trata de una Letra Capitalizable a 63 días (vencimiento el 15/08/25) que paga un rendimiento mensual estimado del 2,6%, permitiendo establecer una tasa determinada dentro de los próximos dos meses, a la espera de que la inflación del período se sitúe por debajo.

Al mantenernos optimistas acerca del proceso de desinflación en el corto plazo, proyectamos el rendimiento de esta LECAP por encima de los niveles de inflación que probablemente veamos en junio y julio.

Además, el rendimiento se encuentra por encima de un plazo fijo tradicional, con la ventaja de poder disponer de la liquidez en 24 horas. Si invertís en la Letra $ 100.000 te pagará al vencimiento $ 105.520.

BONCER Marzo 2026 - TZXM6 - (Mediano plazo)
Es un bono cero cupón con vencimiento en marzo del 2026 que ajusta su capital por la inflación a través del coeficiente CER y amortiza íntegro al vencimiento.

Su vencimiento dentro del próximo año nos permite fijar una tasa real, superior al promedio, por un período más extenso. Actualmente, rinde CER+11,0% anual, y tiene una duración de 0,72 años.

Pensando en un perfil más agresivo, el TZXM6 podría otorgar una ganancia de capital superior al materializarse una baja en las tasas reales.

La nueva frontera del éxito 2025: ¿por qué la F1 está demostrando la nueva forma de hacer negocios? (crossing marketing, mega activaciones y expansión de categorías)

(Por M. Rodriguez Otero, junto a M. Maurizio) ¿Te preguntaste por qué algunas marcas están desarrollando mega acciones cruzadas de marketing y sólo ellas están logrando atrapar la mente y el corazón de sus consumidores? La respuesta está en algo que, en 2025, ya no es una opción: el crossing marketing y las mega activaciones multisensoriales.

(Lectura ágil de alto valor estratégico: 4 minutos)