Con los primeros fríos de otoño, comienza para el agro mendocino el período de poda de los cultivos frutales de la región. Esta actividad es fundamental para la definición de las yemas productivas y para la corrección de la formación de los árboles.
Entre los cultivos que precisan de la poda (principalmente los de hoja caduca) se encuentran los ciruelos, durazneros, manzanos, perales, nogales, almendros, pistachos, vides y olivos. Lo ideal es que la poda esté finalizada antes de la primera brotación primaveral del año en curso.
Así es que, en estos meses, hay que planificar la poda para poder cumplir con esos tiempos y que las yemas productivas de los cultivos queden listas para el próximo período. Pero además de la productividad, esta práctica ayuda en la corrección de la formación, en la limpieza y mejora la iluminación interna.
Existen dos tipos de poda: la manual y la mecanizada. Si bien la poda manual es una práctica común en nuestra tierra, la mecanizada ha ido ganando terreno en los últimos años debido a la falta de mano de obra calificada y al aumento del costo de los jornales por hectárea”, afirma Lucas Gilbert, Gerente de Agrocosecha S.A.
La poda mecanizada presenta varias ventajas, como la disminución de los jornales de poda por hectárea y, a su vez, el hecho de que hay que destinar menos tiempo por unidad de superficie. Si bien es cierto, que con esta opción pueden aparecer enfermedades de la madera, esto es poco común en nuestra zona y puede prevenirse con fungicidas a base de cobre principalmente.
“Además, la poda manual es más costosa que la mecanizada, especialmente en los cultivos de vides, donde se utilizan espalderos y parrales. Incluso, está comprobado que con la poda mecanizada -con repaso manual- se produce un gran ahorro en el tiempo de la práctica total”, agrega Gilbert.
Para la poda de frutales, hay soluciones como los implementos que se acoplan al tractor, como las podadoras de altura de la empresa italiana BMV, que ayudan a llegar a las zonas de los árboles que difícilmente pueden alcanzarse con escaleras.
Estas máquinas, que en Mendoza comercializa Agrocosecha (http://agrocosecha.com.ar/), tienen una determinada cantidad de discos de corte en línea, que permiten podas de rebaje, livianas y de retoque. Se utilizan más que nada para almendros, nogales, pistachos, frutales de carozo y de pepita y olivos.
También, para los espalderos, están las pre-podadoras de vides para espalderos y los modelos para alta productividad, como es el sistema de conducción de canopia libre Box pruning, Minimal pruning, Cordon libre, Casarsa, etc., siendo una forma económica de emular la poda manual tradicional que cada vez está dando mejores resultados.
Así, en el transcurso de los últimos cinco años han ido aumentando en forma creciente las ventas de estos implementos debido a la falta de mano de obra calificada en estas tareas invernales y al aumento del costo de los jornales por hectárea en cada cultivo.
Lo cual, ha provocado que tanto empresas de servicios agrícolas como productores con medianas y grandes extensiones tengan que acudir a estas herramientas para cumplir en tiempo y forma con la poda de cada ciclo.
Qué hacer con las ramas y cumplir con las BPA
En vides, frutales y olivos se suele generar gran cantidad de material vegetal que se puede reutilizar de manera orgánica.
La práctica de quemado de estos restos cada vez se descarta más ya que incumple las normas de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), de cualquier otra certificación de sustentabilidad y va en contra del cuidado del ambiente.
En su reemplazo, se utilizan trituradoras agrícolas como las TMC Cancela, que facilitan esta tarea pudiendo triturar hasta ramas de 200 mm de diámetro, según el modelo elegido. Estas máquinas están diseñadas para triturar restos de poda de viñedos, olivos, cítricos, frutales, almendros, nogales, etc. Tienen un rotor especial que permite una velocidad de trabajo muy alta, triplicando a las trituradoras convencionales con alimentador con criba trasera. Son manejables, compactas y hacen más eficiente la práctica”, explicó Lucas Gilbert, gerente de Agrocosecha.