Según Emilio Botto, Jefe de Estrategia de Mills Capital Group, “hasta ahora observábamos que la volatilidad del tipo de cambio o su aumento no se trasladaba a precios. Ahora puede sumarse que la volatilidad de la tasa tampoco afectó a la actividad. A pesar de que el consenso esperaba un resultado negativo para el tercer trimestre, no se materializó la recesión, sino que la economía evitó el estancamiento y arrojó datos positivos”.
Contexto cambiario: el dólar modera la suba y cae la brecha
El mercado cambiario sigue siendo el centro de atención de analistas y operadores. “La brecha cambiaria y el comportamiento de los dólares financieros continúan bajo observación, ya que representan uno de los principales indicadores de tensión en el mercado”, explicó Botto.
El contado con liquidación cerró la semana en $1.504,79, con una baja de $1,43. La caída fue incluso menor a la del dólar oficial, lo que llevó a que, hacia fin de mes, se ubicara $0,15 por debajo de este último. Se trata de niveles cercanos a los mínimos de la última década.
Botto agrega que la convergencia entre ambos tipos de cambio es clara: “Cuando un tipo de cambio marca una variación positiva y la otra negativa, se observa una convergencia. Actualmente la brecha se ha reducido de modo notable, sobre todo si se compara con el quiebre que se evidenció el 22 de octubre”.
Fondos money market: nueva normativa y reacomodamientos
La reciente normativa que afecta a los fondos money market también impactará en el sistema financiero. “El ajuste implica un reacomodamiento estimado de $2,4 billones, que tenderá a presionar a la baja las tasas de corto plazo y a redirigir liquidez hacia instrumentos soberanos o carteras de préstamos bancarios”, detalló Botto.
La medida forma parte de la estrategia del Banco Central para fortalecer la transmisión monetaria y administrar la liquidez típica del cierre de mes. En el corto plazo, el impacto más visible podría ser una caída en los rendimientos de los fondos de dinero.
Reservas y liquidez: tensiones para el BCRA y el Tesoro
Las reservas internacionales continúan en niveles reducidos, luego de nuevas intervenciones para contener tensiones cambiarias y afrontar pagos externos. Botto advierte que “el Tesoro afronta vencimientos relevantes en diciembre y solo cuenta con una porción de sus depósitos líquidos en el BCRA si quiere monetizar la economía”.
Aunque existen depósitos en otros entes públicos, su uso no se considera monetización ya que esos fondos ya están dentro del sistema financiero y no equivalen a emisión nueva. Esta situación reduce el margen para cubrir obligaciones hacia fin de año sin generar presiones adicionales.
Perspectivas: la demanda de pesos como amortiguador
Diciembre es, tradicionalmente, un mes de fuerte demanda de pesos por aguinaldos y mayor consumo. “Esa estacionalidad actúa como mecanismo de estabilización del mercado cambiario”, señaló Botto.
Para satisfacer esa demanda, los agentes suelen desarmar posiciones en dólares o instrumentos de cobertura, lo que genera una oferta adicional de divisas que tiende a calmar al mercado.
“Mientras persista esta firme demanda de dinero y un esquema de deuda con bajo riesgo de emisión expansiva, el tipo de cambio debería mantenerse estable durante la transición de fin de año”, concluyó.