Es que este blend ya está listo para descorchar hoy, pero para los que no estén tan ansiosos lo podrán conservar (en buenas condiciones ambientales) y probar en 2, en 5 o porqué no en 10 años o más.
Pero para quien lo pruebe hoy (como nosotros y eso muestra la foto de portada con esa lágrima profunda que deja su huella en la etiqueta), advertimos que va a encontrar un vino de esos que los enólogos dejan su impronta, al “jugar” con varios varietales hasta encontrar el punto de equilibrio justo. En este caso, Walter Bressia propone desde hace tiempo malbec, cabernet sauvignon, merlot y syrah, cosechados en su viñedo de Agrelo, en Luján de Cuyo,.
Lo destapamos, servimos en la copa sin necesidad de decantar y a la nariz aparecen enseguida esos aromas tan mágicos y atrapantes a frutos rojos, combinados con el chocolate y vainilla que denotan su paso por barricas de roble francés y americano. Y en la boca ya se presenta redondo, con esos toques a frutos rojos maduros y confitados. Es un blend de esos que logran verdaderos artistas ¡Salud por eso!
Hoy su precio en el mercado nacional entre los alta gama ronda los $ 1.500 y es consumido y preferido en el exterior, donde puede variar entre unos 30 a 36 dólares según el país que se trate.
Un poco de contexto
La bodega familiar ubicada en Luján de Cuyo renueva su apuesta al assemblage que mejor representa su historia. Con la misma pasión y amor que aquella primera cosecha, este vino hoy representa todo lo aprendido y conocido por sus fundadores.
Luján de Cuyo es su lugar y las cepas que lo integran bien lo representan: Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah son elegidas cada año cuidadosamente para luego cumplir la crianza en roble francés y americano durante doce meses. Luego, doce meses más en la botella, moldeando sus taninos y resultando en este vino elegante, sedoso, con gran final de boca y memorable.
"Cada botella es única y es posible disfrutar siempre una experiencia diferente. La esencia de Profundo es hacer de esa experiencia memorable año a año”, nos cuentan desde esta bodega familiar, que realmente es un modelo de trabajo y relación entre cada uno de sus integrantes.
Y ese trabajo en equipo da sus frutos en cada botella...