Eventos y fiestas están en el último eslabón de la cadena para regresar a su normal funcionamiento, por lo que salones y complejos dedicados especialmente a este rubro debieron tomar decisiones trascendentes para sostener el negocio. Una de las alternativas más frecuentes se centró en la modalidad de restaurante o patio cervecero con el objetivo de cubrir costos y sobrevivir al año de pandemia. El Casco y Divina Marga son dos ejemplos exitosos de muchos que intentaron esta reinvención.
Divina Marga contaba con la habilitación de restaurante porque una parte del complejo funcionaba anteriormente como tal; sin embargo El Casco tuvo que hacer la gestión de habilitación temporaria emitida por el municipio de Godoy Cruz, ante la situación para que puedan trabajar con esta modalidad.
La ventaja de Divina Marga es que ocupó el espacio que tenían para evento como restó para sostener el 50%. “En el caso de los salones de eventos, las aperturas se dieron por departamento. En Maipú, el Área de Fiscalización recién habilitó el mes pasado a los salones de evento para trabajar como restaurante”, explicó Mariano Cosuta, Gerente de Divina Marga.
“En el momento que nos habiliten como eventos, volvemos a esa modalidad porque tenemos una estructura que funciona en ese negocio. El restaurante fue una opción temporal para lo cual tuvimos que capacitar al personal. Después de siete meses cerrados la situación se volvió crítica, por lo que vimos la opción de restaurante como una forma hacer frente a los costos ya que los salones de eventos son grandes inversiones”, comentó a InfoMendoza Eugenio Heras, Gerente de El Casco.
“A partir de julio, hubo un alza gastronómica importante en Mendoza, con récord histórico. Los meses siguientes, siendo que no teníamos turismo, el público local aumentó un 300% respecto de lo que se consumía antes. Nosotros siempre trabajamos más con el público local que con el turismo. Los restaurantes que tuvieron que adaptarse al mendocino tuvieron que reestructurarse”, agregó Marino Cosuta.
Algunos ocuparon estos lugares de gran disposición para realizar eventos encubiertos, es decir una suerte de cumpleaños, casamientos, u otra celebración con el formato de mesas de seis personas como establece el protocolo, sin baile, ni barras de tragos, ni mesas de dulces, pero con la opción de festejar moderadamente. “Mientras que esté dentro del marco legal en cuanto a la capacidad que nos habilitó el municipio y el protocolo correspondiente, es indistinto el motivo de la reunión” agregó Cosuta.
Dos propuestas en pasos
Divina Marga realizó hace unas semanas el primer sunset bajo los protocolos. “Pedimos la extensión al municipio a 300 personas y la dieron porque cumplimos con las normas, aunque fueron rigurosos con el control”, agregó Cosuta.
Sin embargo, el complejo marcó precedente en una modalidad de entretenimiento frecuente en Mendoza que parecía tan lejana. La propuesta de Divina Marga es completa, con opciones de almuerzo de 4 pasos para armar de una carta tanto al mediodía como noche.
El Casco actualmente ofrece como restaurante un menú criollo de tres pasos que incluye empanada, principal con costillar a las llamas y postre. “Cierra con café y dulcería individual la cual reemplaza la mesa dulce para evitar el contacto. Es similar a un evento llevado a cabo como restaurante”, agregó Heras.
No obstante no todos se volcaron a esta modalidad, otros salones de eventos prefieren mantener sus puertas cerradas y soportar el costo como es el caso de Terraoliva y La Finquita que desde marzo han decidido bajar las persianas hasta que el gobierno habilite la actividad.