El Gobierno anunció un plan de modernización del INTA que incluye la reducción de puestos de trabajo, la venta de propiedades y la reorganización de su estructura operativa. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, el objetivo es optimizar recursos y enfocar al organismo en su misión principal: el desarrollo productivo del sector agropecuario. Sin embargo, estas medidas han sido recibidas con escepticismo por parte de diversos actores del ámbito rural.
En el sur de Mendoza, las cámaras empresariales de San Rafael, General Alvear y Malargüe enviaron una carta al presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, solicitando que cualquier cambio estructural sea consensuado con los actores regionales. Destacaron la importancia de preservar el capital humano y la presencia territorial del organismo, fundamentales para el desarrollo productivo local.
Marcelo Schajnovetz, presidente de la Cámara de Comercio de Malargüe, enfatizó que la reestructuración del INTA debe considerar las necesidades específicas de cada región. "El INTA, si es que se va a reestructurar, debe hacerse en función de las necesidades de la región y no de otro lado", afirmó.
Por su parte, la Asociación de Viñateros de Mendoza expresó su rechazo al plan de modernización, alertando sobre el riesgo que representa para décadas de investigación y desarrollo en el sector vitivinícola. Eduardo Córdoba, presidente de la asociación, señaló que el INTA ha sido un pilar en el apoyo a los productores, especialmente en la mejora de procesos y optimización de recursos.
Según Cecilia Picca, directora de la estación experimental de Rama Caída, que abarca San Rafael, General Alvear y Malargüe, las agencias de estos departamentos no se verán afectadas por fusiones ni bajas y continuarán operando de manera independiente. La reorganización busca fusionar únicamente aquellas que estén ubicadas a menos de 30 kilómetros de distancia.
El director regional del INTA, Claudio Galmarini, confirmó que en Mendoza se ofreció un retiro voluntario a los empleados, con un plazo para adherirse hasta el 7 de octubre. Actualmente, trabajan 200 personas en la sede del INTA en la provincia.
Las autoridades de las cámaras empresariales del sur mendocino subrayaron la necesidad de que los cambios en el INTA sean consensuados con los actores de las diferentes regiones del país, haciendo valer la estructura actual de toma de decisiones de la cual son partícipes, por intermedio de los Consejos Locales Asesores. "Consideramos que los cambios que se realicen deben ser consensuados con los actores de las diferentes regiones del país donde la Institución está presente", expresaron en un comunicado conjunto.
En este contexto, la comunidad agropecuaria de Mendoza espera que las autoridades nacionales consideren las particularidades regionales y trabajen en conjunto con los actores locales para garantizar que cualquier reestructuración del INTA fortalezca, en lugar de debilitar, el desarrollo productivo de la provincia.