Empezaste en Marista desde antes de nacer ¿Te imaginabas que ibas a estar tantos años alejada del club?
Nunca me imaginé y siempre decía ‘Nunca me voy a vivir a Buenos Aires’, pero se empezó a hacer muy tedioso el hecho de viajar todas las semanas. Es como que no vivía ni allá ni acá y eso me perturbaba bastante. Todos los domingos me tenía que ir del asado familiar al Cenard y era angustiante. Por eso un día dije ‘¿qué quiero? ¿jugar en el seleccionado?’. Bueno, me tengo que ir a vivir a Buenos Aires o bancarme los viajes. Justo en esos días el Chapa (Retegui) iba a empezar como entrenador de GEBA, me dijo que fuera a jugar allá y es como que se fue dando todo hasta que un 11 de abril me fui en micro, con mis cosas. Justo mi papá alquilaba un departamento allá porque iba seguido por trabajo y ahí me quedé. Me dolió porque soy muy familiera y de mi club, pero me alivió y si miro para atrás fue una buena decisión. No me imaginaba irme, y menos por 15 años, pero son todas experiencias que te dan aprendizajes. Fui a un club como GEBA, con una mentalidad diferente a la que tiene Marista, aprendí un montón y hoy como coordinadora me toca unir esas dos cosas que yo viví para tratar de transmitirlo a las más chicas.
Te convocaron a Las Leonas siendo muy chica y renunciaste. ¿Cómo evalúas aquel episodio después de tanto tiempo?
De la decisión de convocarme me cuesta opinar porque creo que Cacho (Vigil) me veía futuro y se la jugó. Años después él me decía ‘yo quería que juegues en Atenas’ (los Juegos Olímpicos de 2004) y yo le decía que no había, ni hay, contención para una chica del interior de 15 años. Tenés que ser muy fuerte de cabeza o vivir en Buenos Aires y estar con tu familia. No me arrepiento de haber renunciado porque la estaba pasando mal. Hoy les digo a las chicas que tienen que disfrutar porque es un juego y aunque suene medio cursi es así. Hay que pasarla bien, obviamente con esfuerzo, y en ese momento no estaba disfrutando.
¿En qué momento de tu carrera deportiva estás?
Voy a jugar este año en el club. Ya jugué unos meses el año pasado y este año quiero cerrar mi carrera acá. Capaz que termina el año y sigo con ganas de jugar, pero voy día a día, disfrutando mucho del club, de entrenar con mi hermana (Florencia), con mis amigas, con chiquitas que entrené y otras que estoy conociendo ahora. Siento que quiero devolverle al club todo lo que me dio como persona y como jugadora.
¿Qué objetivos te ponés?
Me gustaría ganar todo con el club este año, como jugadora, y que el proyecto que presenté como coordinadora de sexta hasta infantiles, que está armado hasta el 2025, se respete, tenga la confianza de toda la gente del club y en el futuro se vean los resultados. Y también transmitir a las chicas y a los entrenadores toda mi experiencia. No es que sepa la verdad del hockey, solo vengo a volcar mi experiencia y el trabajo lo tenemos que hacer todos, en equipo.
¿Viviendo en Mendoza se puede llegar a Las Leonas?
Sí, totalmente. Es más difícil porque es cierto que tenemos menos posibilidades que una chica de Buenos Aires y nos ven menos, pero está demostrado que se puede. Creo que la Confederación debería provocar un cambio para que el hockey sea más federal, algo parecido al rugby en el que los chicos se entrenan en sus regiones y los entrenadores nacionales vayan a verlos. Cómo en su momento lo hizo Luis Ciancia como head coach. Hoy las chicas del interior del seleccionado se van a vivir a Buenos Aires y eso no está bueno porque en las provincias baja el nivel.
Jugaste afuera ¿alguna vez pensaste en irte para hacer una carrera en el hockey?
A veces me arrepiento de no haber tomado algunas oportunidades porque podría haber ido e igual jugar en el seleccionado, pero en ese momento decidí darle prioridad a Las Leonas. Hace poco con Charo (Lucchetti) tuvimos una propuesta muy buena para ir a Bélgica pero después de dejar el seleccionado le dimos prioridad a que ella quede embarazada. Igual nunca es tarde y quizás pueda hacer la experiencia más adelante como jugadora o como entrenadora.
¿Por qué Mendoza es fuerte en hockey a nivel nacional?
Se bajó una línea muy fuerte desde el Alfredo Castro y el Jorge Dabanch, con visiones distintas del juego ellos dos transmitieron mucho a los entrenadores que trabajaron o trabajan en los clubes como el Charly Verderico, la Vivi Epis y muchos otros. Se formaron con ellos, lo transmitieron muy bien y eso ha ido marcando una línea que se suma al crecimiento en el entrenamiento, en la preparación física. Son cosas que no pasan tanto en el resto del país y hacen la diferencia. Tenemos menos estructura, menos canchas de agua, pero creo que eso se va a ir dando con el tiempo.
¿Quién es o fue la mejor jugadora de hockey?
Lucha (Aymar), Ceci Rognoni y Sole García.
¿Cuál es el mejor lugar adonde jugaste?
Rosario, por el Mundial 2010 y porque siempre a Las Leonas nos va bien ahí; el estadio Olímpico de Londres donde jugamos la final del 2012 y el de fútbol del Mundial de La Haya, en 2014.
¿Jugar en Mendoza era algo distinto?
Sí, me daba nervios y sentía más presión, pero estaba con mi familia, amigas, gente que conozco de todos los clubes, hasta los periodistas. Era como estar en casa, lo que también implica más responsabilidad, pero lo disfrutaba muchísimo.
¿Tiene apoyo el hockey?
Creo que tendría que tener más apoyo y que la estructura tiene que mejorar porque el hockey ha crecido demasiado y la dirigencia no tanto.
¿Hay un torneo más que te gustaría jugar?
Este año vamos a jugar la Superliga, con equipos de otras provincias, y me gustaría jugarla y ganarla, o que nos vaya bien.
¿Cuál fue tu mejor y tu peor partido o torneo?
Peor un montón, pero no me acuerdo de uno en especial. En el Mundial 2010 tuve un rendimiento bastante regular pero todavía estaba empezando, la Champions del 2012 fue un buen torneo y los Juegos de Londres también.
¿Quién fue la mejor jugadora con la que jugaste y contra la que jugaste?
Con la que jugué fue Lucha (Aymar), claramente, y también Sole (García) y Goofy (Belén Succi). De la rivales, Kim Lammers, una delantera holandesa que era imposible moverla y era goleadora.
¿A qué deportista admirás?
Es difícil. A Maradona por lo que transmitía y porque se paraba ante quien sea. Me gustan los que transmiten algo más que solo ser habilidoso, por eso destaco a Ceci Rognoni. También me gusta mucho Federer.
Se habla mucho de salud mental ¿Tuviste una buena preparación en ese aspecto cuando jugabas en Las Leonas?
Me hubiese gustado tener ayuda. A mí me tocó la época de hacerse dura pasándola mal. No se le da la importancia que tiene hasta que en los Juegos Olímpicos vimos todo lo que se generó. Si leés sobre el post alto rendimiento de Phelps o de Lucha o de muchos otros te das cuenta que tiene que haber un acompañamiento. Nosotras lo pedíamos, pero al cuerpo técnico a veces no le gusta. En Marista se trabaja hace año con la Merce Appugliese y ahora la hemos sumado a las inferiores porque es algo fundamental. Los tiempos cambiaron, los chicos son diferentes y acá en Mendoza he visto que los clubes lo están trabajando, pero en Buenos Aires, salvo Marcelo Garraffo, no lo vi. Yo hago terapia desde los 15 años, pero hubiera sido bueno tener más contención.
¿Cómo sos como entrenadora?
Parecida a como jugadora, muy exigente, me gusta que las cosas salgan bien, ordenadas. Soy bastante pesada jaja.
¿Quién fue la persona que más te enseñó de hockey?
Jorge Dabanch acá en el club, mi mamá (Cristina Carimatto) que fue mi entrenadora de chica, mi hermana (Florencia) y todas las entrenadoras que tuve me formaron, no solo en el hockey sino como persona y eso vale muchísimo más. La Nora Navesi, la Negra Zavala, la Ferni Carrascosa y todas las “viejas” del club me enseñaron mucho. Después, Cacho (Vigil) que sabe un montón, el Chapa (Retegui) es más motivador, pero también uno aprende y Marcelo Garraffo que es mi libro gordo de Petete, si necesito saber algo o tomar una decisión lo llamo. Sabe mucho y me ha sabido transmitir muy bien. También lo tuve acá en Mendoza al Charly (Verderico) que es lo más.
¿Qué consejo le das a una nena que te dice que quiere ser Leona?
Qué si quiere llegar a eso el camino no es fácil y no es pensando en uno mismo sino en el equipo. Nos pasa que vienen a entrenar al club y después a la escuelita de la Asociación o al seleccionado de Mendoza y a veces priorizan lo individual sobre lo colectivo. Lo importante es el equipo y van a llegar adonde tengan que llegar por como hagan las cosas dentro del equipo. Hay que entrenarse, esforzarse, tratar de mejorar, pero siempre pensar en lo colectivo.
¿Ese pensamiento fue evolucionando?
Sin duda. Por la experiencia que tuve. De chica no era tan de pensar en mi pero solo quería ganar y a veces me enojaba porque quería ganar. Hoy mi experiencia me hace dar cuenta de que está bueno que tus compañeras o tus entrenadores te pongan límites y es lo que más quiero transmitirle a las más chicas.
¿Quién es la mejor jugadora de Mendoza?
Siempre voy a decir que es mi hermana (Florencia) pero creo que ella, la Maca (Rodríguez) y la Carito (Armani) nos marcaron a las que veníamos detrás. La Caro y mi hermana jugaron el Mundial junior 2001, que fueron subcampeonas, y ahí nomás empezaron a llamarlas a las Leonas que era algo poco común y empezamos a ver que se podía. Y ahora banco a full a la Delfi (Delfina Thomé) y ojalá que sean más las chicas convocadas porque hay mucho potencial. En 2019 salimos campeonas con el mayor de Mendoza y teníamos un equipazo. Es un poco injusto que tengamos solo una jugadora en Las Leonas.
¿Qué tiene que mejorar el hockey de Mendoza?
Hay que bajar un cambio en las quejas a los árbitros, los gritos de la tribuna, las peleas con los rivales. Yo he sido insoportable con los árbitros pero hay que mejorar la disciplina. Aunque soy bostera pongo de ejemplo al River de Gallardo en el que vos ves un equipo enfocado en lo deportivo y no en lo de afuera. Me gustaría que haya más respeto y a nivel organización quizás que se ordenen más los torneos y que no haya 4 campeones en el año porque eso le quita importancia al hecho de ser campeón.
¿Cuáles son tus objetivos para el 2022?
Ganar todo con la primera del club, que las más chicas transcurran el año de la mejor manera con entrenadoras del club desde séptima para abajo, que esas entrenadoras transmitan lo que queremos ser como club. Y en lo personal quiero aprender a ser mamá de mi bebé que está por nacer (Tomás) y disfrutar mucho de estar de nuevo con mi familia, mis amigas y mi club.