En el encuentro, los empresarios expusieron la situación preocupante por la que atraviesa la industria vitivinícola, las potencialidades exportadoras y los problemas referidos fundamentalmente a la pérdida de competitividad de los vinos argentinos en los mercados internacionales, estancamiento de exportaciones en la última década y descenso de los volúmenes exportados en el primer semestre del corriente año.
En éste sentido, los incrementos de costos que superan al IPC, variación del tipo de cambio, retenciones del 4.5% para exportar, aranceles del 5% promedio en los mercados de destino, falta de acuerdos bilaterales, ausencia de aportes para promoción y problemas de pagos al exterior, fueron algunos de los aspectos abordados en la charla.
Asociado a ello, el impacto que generan en toda la cadena de valor, desde los productores primarios hasta los cambios que se vienen dando en el modelo de producción y exportación de las bodegas.
Como resumen y a efectos de hacer foco en alguna medida de corto plazo, inmediata, posible y que pueda beneficiar al sector, las autoridades y los empresarios se comprometieron a estudiar en conjunto, una posible suspensión de las retenciones del 4,5% que gravan a las exportaciones.