Tal como lo señaló CAME en un reciente comunicado, “intentar frenar la inflación a través de una medida que en el pasado no ha dado buenos resultados, implica condenar el presente y el futuro de uno de los sectores más pujantes de la economía nacional”.
Por su lado, la Federación Económica de Mendoza expresó en comunicado: “Antes de poner tanto en juego y tomar decisiones drásticas que terminarán beneficiando a nuestros competidores, analicemos la conformación de los precios al interior de cada una de las cadenas de valor” y agregó: “Cerrarnos al mundo es restringir el crecimiento del sector productivo y atacar el empleo genuino. Y no olvidemos lo que cuesta ganar mercados externos, sobre todo con costos internos que no paran de aumentar y que son alimentados por el mismo gobierno que en apenas 5 meses, incrementó 6 veces los precios de los combustibles, insumo básico del transporte”.
Alfredo Cecchi, presidente de la FEM comentó: “Este no es el camino para bajar los precios. Para conseguirlo es vital generar certidumbre económica y cambiaria, menor presión fiscal, políticas contra la inflación, menor costo de fletes, menores costos laborales y créditos accesibles entre otros puntos. Esto sin duda incentivará la producción, con el consiguiente aumento de la oferta y la baja de precios tanto para la carne como para cualquier otro producto. Eso se llama competitividad”.