Todo invita a pensar que es ilegal. En un envase de espumante viene una cerveza que se autoproclama fuera de la legalidad, avisa que es un producto de bodega lo cual confunde al consumidor, que quizás ni siquiera sabía que no se puede hacer cerveza en una bodega. Así se presenta este espumoso cervecero.
Hay ciertos productos que llaman la atención por romper con estereotipos predeterminados y este es el caso de Ilegal, la cerveza de Maal Wines, que desde su nombre indica que algo no está bien, sin embargo en un sorbo deja subsanado cualquier comentario.
Viene en una botella de espumante y en la etiqueta destaca el concepto de ser una cerveza de bodega, lo cual deja implícito que se realiza en la misma, siendo una prohibición que establece el Instituto Nacional de Vitivinicultura, donde no se puede manipular azúcar en un establecimiento de vino.
La contraetiqueta firmada por el brewmaster, el viticultor y el winemaker parafrasea irónicamente: “Es sabido entre enólogos que para hacer un buen vino hace falta una buena cerveza. Y es sabido también que hacer una cerveza dentro de una bodega es ilegal. Mantengamos por favor este asunto entre nosotros”.
Maal Wines es un emprendimiento vitivinícola de Matías Fraga como viticultor y el winemaker Alfredo Merlo que inició hace diez años en una finca de Cruz de Piedra, Maipú. “Siempre nuestro camino fue en el vino pero la realidad es que los que hacemos vino también tomamos cerveza y hay un momento particular que es la cosecha. Después de un día de molienda, en contacto con el vino, una cerveza es un respiro. Así fue como pensamos tener una cerveza propia” explica Fraga a InfoVino.
Al proyecto se sumó Facundo Azzoni, brewmaster. Invirtieron en un kit básico de elaboración para hacer sólo 50 litros para consumo propio y a modo de broma comenzó a llamarse Ilegal por la prohibición antes mencionada del INV, sin embargo cuando el feedback de amigos y conocidos fue positivo decidieron apostar al nuevo emprendimiento.
“Así tomamos la decisión de armar un sector independiente para la cervecería, compramos tanques de cocción de 500 litros, una cámara frigorífica, una línea de llenado entre otras acciones para comenzar con el emprendimiento más profesional aunque ultra pequeña porque son cocciones mínimas de 500 partidas”, explicó el viticultor y completó: “ Le llamamos cerveza de bodega, no nos definimos como una cervecería sino que dentro de nuestro porfolio de vinos hay incluido una cerveza porque son productos complementarios”.
Cinco años después de este inicio, Maal Wines vende 3.000 botellas por mes de Ilegal. Se comercializa en Córdoba, Rosario, Buenos Aires y Mendoza, además exporta a Bélgica y EEUU. Tiene un valor sugerido de $ 350. Es fresca, fácil de tomar, de un color anaranjado límpido. No es muy amarga, ni muy ligera, y su espuma natural tiene características únicas en relación a otras cervezas. ¿Cuál es el secreto? Su método de elaboración.
Se realiza con un método llamado “Rural” donde la segunda fermentación es en botella como si fuera un espumante al estilo champenois. Se fermenta primero el mosto, cuando está seco, se embotella y se agrega levadura y azúcares. Se genera la segunda fermentación que es la que le da el carbónico para la espuma final. Se madura con las levaduras que quedan haciendo el producto más cremoso y con más texturas.
De esta manera, es una cerveza que nunca está en contacto con el oxígeno. Este tipo de elaboración logra una bebida que al abrirla corre espuma como un champán, pero otorga la prestación de una cerveza premium, según cuentan los hacedores.
Claro esto es algo que sorprende a muchos cerveceros, como Martín, un consumidor de Buenos Aires que fue el disparador de esta nota cuando hizo llegar a InfoVino un videito donde tras el destape de la Ilegal la espuma no para de caer. Y algo similar pudimos testear en nuestra prueba.
En definitiva, es uno de esos productos “diferentes”. No hay términos medios, están quienes los aman, o no...