Bodega Trivento ha logrado un importante hito al reducir su huella de carbono mediante la adquisición de Certificados de Energía Renovable (REC), que compensan el 100% de las emisiones de la energía eléctrica empleada en sus operaciones. Se trata de una iniciativa que refuerza los compromisos climáticos asumidos por la Casa de los Vientos, que es además Empresa B.
“Desde 2009 medimos nuestras emisiones GEI y, en 2018 realizamos la primera medición de la huella de carbono. En consecuencia, identificamos áreas clave de mejora e implementamos el programa de eficiencia energética que abarca desde un software para mapear los consumos, el apagado de luminarias y equipamientos cuando no están en uso hasta inversiones de nuevos equipos”, explica Mercedes Álvarez, Subgerente de Sustentabilidad.
Enmarcados en el camino de la reducción de emisiones, un año más tarde, en 2019, Trivento instaló la planta fotovoltáica más importante de la industria vitivinícola argentina, con 918 paneles solares sobre los techos de la bodega ubicada en Maipú, Mendoza. La planta genera más de 505 MWh/año de energía limpia, cerca del 10% de la demanda eléctrica, del predio.
El compromiso 2050 de carbono neutral es el gran desafío para la compañía, que también espera lograr la reducción de la dependencia de combustibles fósiles en un 50%, dentro de las instalaciones de la bodega para 2025.
Qué son los REC
El abastecimiento de energía que no se logra generar a partir de energías limpias, se alcanza a través de Certificados de Energías Renovables (Renewable Energy Certificates o REC). Estos certificados son utilizados para rastrear y verificar la producción y el consumo de energía limpia o verde.
En este caso, Bodega Trivento obtuvo su certificado de la planta solar San Pedro III, al norte de Chile.
“El cambio climático es una problemática global. Al adquirir estos créditos estamos contribuyendo activamente a la transición hacia un sistema energético más sostenible ya que fomentamos el desarrollo de proyectos de energía renovable en todo el mundo. Los mismos, tienen un impacto positivo en el medio ambiente, al tiempo que impulsan el desarrollo económico y social en las comunidades involucradas”, resalta Álvarez.