Agustina Fernández: La mayor de la dinastía de hermanas que brillan en el hockey sobre patines, quiere volver a su mejor nivel y no pierde la ilusión de poder seguir ganando títulos con Talleres, volver a jugar en Europa y estar en otro Mundial con la Selección Argentina.
¿Cuándo y porqué empezaste a jugar al hockey sobre patines?
Con mis hermanas arrancamos en el hockey sobre césped, en Marista, porque mis viejos siempre querían que hiciéramos algún deporte. Nosotros somos 4 hermanos, el más chico es el único varón y yo soy la más grande. Cuando Santiago venía a la escuelita, que tenía 3 años, a nosotros nos encantaba y nos poníamos los patines. Mi papá (Claudio) y mis tíos siempre fueron del hockey sobre patines, pero no quería porque decía que era muy violento. Así estuvimos dos años hasta que lo convencimos, arrancamos en Talleres hasta hoy y siempre nos apoyó.
¿Cuándo arrancaste a hacerlo con más seriedad?
Desde el primer día. Mi papá, fuera el deporte que hiciéramos, siempre nos dijo que si queríamos sobresalir teníamos que esforzarnos más que el resto. En el hockey sobre patines arrancás en escuelita, te enseñan a patinar y después pasás a las otras divisiones. Mi papá nos decía que teníamos que seguir entrenando en la escuelita para hacer la diferencia. Siempre nos inculcaron el esfuerzo para sobresalir y alcanzar tus sueños.
¿En qué momento de tu carrera estás?
Creo que estoy llegando a lo último jaja. En 2020 me fui a jugar una temporada a Portugal, al Benfica, y cuando volví, jugando el Argentino de Clubes, me lesioné la rodilla y el hombro y una semana después me fracturé el pie. Y a esta edad (28) y con el trabajo (es contadora) llegué a pensar en no jugar más. Hablé con mi entrenador y me dijo ‘bueno, si querés en la final hacemos la despedida’. Ahí le dije ‘no pará, es muy fuerte’ y me propuse volver de a poco. En 2019, justo antes del Mundial, tuve una lesión grande, fractura de peroné y rotura de ligamentos del pie, que me tuvo un año parada y me costó mucho volver. Por suerte se dio la oportunidad de ir a Portugal y fue como una linda revancha. Hoy estoy con ganas, entrenando y este año no va a haber lesiones, lo decreté.
¿Qué objetivos te ponés antes de que llegue esa despedida?
Me gustaría volver a jugar con mis hermanas (Valentina y Julieta) las tres juntas. Desde 2018 que no podemos porque, por ejemplo, ahora ellas están en España. Y un sueño grande sería ir juntas a Europa. En la selección también, pero no sé si voy a llegar. Voy a hacer todo el esfuerzo. Ya en 2017 fuimos juntas al Mundial y fue la experiencia más linda que tuve en el deporte.
¿Cómo está el hockey?
Bajó mucho el nivel. Después de la pandemia se fueron muchos jugadores a Europa. Las chicas de la selección están todas afuera.
¿Desde Mendoza se puede llegar al alto nivel?
Sí, de hecho nosotras llegamos. Depende del profesionalismo y la disciplina con que te lo tomés, tanto en lo nutricional, gimnasio, venir a entrenar sola en tus tiempos libres y todas esas cosas que hacen la diferencia. Obviamente que la competencia influye mucho y después de la pandemia, acá y en todo el país, bajó el nivel y en Europa hay mucha competencia.
¿Te irías a vivir afuera por tu carrera deportiva?
La única experiencia fue en Portugal y es difícil pensar en irse porque a nivel femenino, con lo que te pagan, no se vive del hockey. También es duro estar lejos de la familia y los amigos, pero si se diera una oportunidad con mis hermanas me iría.
¿Por qué el mejor hockey está en San Juan y Mendoza?
En Buenos Aires ha crecido mucho en estos años, pero la diferencia está en la importancia que le dan los dirigentes. Siempre San Juan fue líder y en los últimos 15 años se sumó Mendoza
¿Quién es la mejor jugadora del mundo?
Para mí, Luciana Agudo.
¿El mejor lugar adonde hayas jugado?
En San Juan se jugó la Copa Intercontinental. Por primera vez se jugó en masculino y femenino juntos y en la semifinal nos tocó contra el campeón de Europa, pero además jugamos con mi hermana Valentina y enfrente estaba Julieta, mi otra hermana. En el estadio había más de 3.500 personas.
¿Tiene apoyo en el hockey sobre patines?
Muy poco. Incluso a nivel nacional, en los dos últimos mundiales pagó todo el Gobierno de San Juan que siempre apoya mucho al hockey. Ni siquiera la CAP (Confederación Argentina de Patín).
¿Cuál fue tu mejor y tu peor partido?
El mejor fue ese que te dije de la Copa Intercontinental. Perdimos 4 a 3 en tiempo suplementario, pero fue un partidazo porque para ellas jugaban mi hermana y 6 jugadoras de la selección español, tenían que hacernos 15 goles. El peor no sé, varios, son muchas las veces que las cosas no salen.
¿El mejor jugador con el que jugaste y contra el que jugaste?
Tuve el placer de jugar con muchas grandes jugadoras, sobre todo en la selección.
¿A qué deportista admirás y por qué?
A Luciana Agudo.
¿Quién fue la persona que más te enseñó?
Mi papá, no solo porque fue entrenador nuestro sino porque desde chiquitas nos inculcó que teníamos que esforzarnos. Después de todos los técnicos que tuve aprendí. Todos te dejan algo.
¿Cómo te entrenás?
Lunes, miércoles y viernes hacemos hockey y martes, jueves y sábado voy al gimnasio para mejorar la parte física.
¿Una jugadora de selección de hockey sobre patines gana plata o pone plata?
Pone plata, siempre.
¿Qué consejo le darías a una chica que quiere llegar a la selección argentina?
Que siempre se puede lograr lo que uno quiere, pero no le va a llegar así nomás, tiene que trabajar y nunca perder de vista sus sueños
¿Quién es la mejor jugadora de Mendoza?
Para mí son mis hermanas. Fuera de ellas, Adriana Soto.
¿Qué tiene que mejorar el hockey sobre patines de Mendoza?
Tener más apoyo de la dirigencia para que haya más difusión, para atraer chicos al deporte y para que haya mejores condiciones para los jugadores. No te digo que sea como en Europa, porque es otra situación económica, pero hay muchas cosas que se pueden hacer mejor.
¿Qué objetivos te ponés para el 2022?
Recuperar mi mejor condición física y este año tenemos el Sudamericano, en San Juan, que se pasó de febrero a mayo y es un lindo desafío.