A continuación, repasamos las principales novedades y su impacto esperado:
1. Repo internacional: oxígeno en dólares
El BCRA inició negociaciones para obtener hasta USD 2.000 millones a través de un acuerdo de "repo" con bancos internacionales. Este instrumento le permite tomar dólares prestados a corto plazo con títulos públicos como garantía. El objetivo: reforzar las reservas y apuntalar la confianza en el proceso de desinflación.
2. Recompra de puts: absorbiendo pesos
Para frenar la emisión indirecta de pesos, el BCRA recompra las opciones de venta (“puts”) que tenían los bancos sobre bonos del Tesoro. Estas herramientas habían funcionado como un seguro para las entidades, pero generaban una presión inflacionaria latente. Su recompra busca sacar liquidez del mercado y ordenar las expectativas.
3. Nueva licitación de Bopreal
Se lanza la cuarta serie del Bopreal, el bono que permite a empresas con utilidades o deudas previas a diciembre de 2023 acceder a dólares para girar al exterior. Esta herramienta se consolida como un canal ordenado para regularizar obligaciones comerciales en moneda extranjera.
4. Fin de las LEFI: el mercado marca la tasa
Desde el 10 de julio, el BCRA dejará de emitir Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) y con ello abandona su rol como fijador de la tasa de interés de referencia. A partir de ahora, será el mercado quien defina los rendimientos de los instrumentos financieros. Se trata de una señal clara hacia una economía más abierta y previsible.
5. Suben encajes: menos volatilidad bancaria
Se ajustan al alza los encajes bancarios —es decir, el porcentaje de depósitos que los bancos deben inmovilizar— especialmente para aquellos instrumentos que generan alta volatilidad. Además, se analiza unificar los requisitos de todas las cuentas remuneradas. ¿El objetivo? Un sistema financiero más sólido y predecible.
6. Canje de LEFI por LECAPs
A medida que venzan las LEFI, los bancos podrán canjearlas por LECAPs —Letras del Tesoro a corto plazo— que serán licitadas cada quince días. Economía busca con esto fortalecer su fondeo y dar transparencia sobre las condiciones de cada emisión.
7. Nuevos bonos: variedad y rendimientos
Se amplía la oferta con LECAPs a 1, 2 y 3 meses, y bonos en pesos y dólares con vencimientos a más de un año. Un dato clave: los bonos en dólares podrán suscribirse con moneda dura hasta un tope de USD 1.000 millones por mes, tanto para residentes como para inversores extranjeros.
8. Más facilidades para extranjeros
Los no residentes ya no tendrán que respetar un plazo mínimo para invertir en bonos locales de más de seis meses. Esta flexibilización apunta a dinamizar el mercado de deuda argentina y atraer capitales frescos.
9. Un BCRA más activo en los bonos
El Banco Central tendrá libertad para intervenir en el mercado secundario comprando o vendiendo bonos de corto plazo cuando sea necesario para estabilizar el sistema financiero. Un respaldo clave para el nuevo esquema.
¿Qué hay detrás del cambio?
La estrategia es clara: reducir la cantidad de pesos circulando, acumular reservas y dejar que el mercado vuelva a jugar un rol central en la asignación de precios y tasas. El gobierno apuesta a que, con menos ruido y más previsibilidad, el sistema financiero comience a consolidar una recuperación sostenible.
Por ahora, el éxito de estas medidas dependerá de su ejecución, de la consistencia fiscal que las acompañe y de la velocidad con la que lleguen los dólares frescos. El camino no está exento de riesgos, pero marca una dirección firme: menos anclas artificiales, más confianza en las señales del mercado.
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