La FEM no desconoce la urgente necesidad de una recomposición salarial en todos los sectores de nuestro país, cuyos ingresos reales se ven afectados de manera constante por los efectos inflacionarios.
Dicha medida no fue consultada y tampoco consensuada con las entidades que representan al sector y una vez más se aplica con un desconocimiento total de la realidad del sector empresario pyme comercial y de servicios.
En este sentido, nos referimos a la coyuntura económica actual, la inflación que se mantiene elevada a pesar del leve descenso de noviembre y a las políticas contractivas, factores todos ellos que han llevado a un estancamiento en el consumo que afecta directamente a las PYMES.
Además como lo viene señalando CAME en sus informes mensuales, las ventas de los últimos meses vienen en caída libre. Hay rubros con bajas de 2 dígitos. En este contexto no avizoramos en el corto plazo una recuperación real, en tanto no se implementen medidas que le den certeza a la economía y fundamentalmente al sector productivo.
Ante lo expresado, rechazamos esta disposición del Gobierno nacional que de hacerse efectiva, dejaría al sector privado en dificultades para hacerle frente a esta nueva imposición estatal.
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