La propuesta interfacultades de la UNCuyo en la Diplomatura sobre Emociones en Educación se propone realizar un abordaje integral de la temática; ofrecer estrategias de intervención en el ámbito educativo que contemplen la dimensión emocional, y contribuir a la capacitación de docentes y personal de apoyo de todos los niveles y modalidades educativas. En efecto, la educación en y de las emociones configura un campo de acción de carácter transversal que impregna las prácticas educativas en su conjunto.
Autoridades universitarias definieron que esta primera cohorte estará destinada exclusivamente al personal de la UNCuyo y las inscripciones se manejan internamente. La clase inaugural estará abierta al público y se dictará el sábado 4 de diciembre, aunque de la Universidad aclararon que el cupo para el taller presencial ya está completo pero se transmitirá en vivo por los canales de youtube de las facultades de Educación y de Filosofía y Letras con la finalidad de que nadie se quede afuera.
Esta formación de Posgrado parte de la idea de que no hay dudas sobre el fuerte impacto de las emociones en la convivencia, bienestar, clima institucional, en los resultados del aprendizaje, en la motivación, en los logros académicos, en la permanencia y el bienestar de los estudiantes, y también en el desempeño docente.
Mónica Coronado está a cargo de la dirección, la acompaña un equipo docente de reconocidos especialistas en el tema y la co dirección está a cargo de Darío Navarra, de la carrera de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras. Está especialmente destinada a docentes de los cuatro niveles educativos y de las diversas modalidades, asimismo a investigadores y diversos actores del sistema o del ámbito de la educación informal. Es decir, docentes y licenciados en educación, profesionales de los servicios de orientación educativa, psicopedagogos, psicólogos, trabajadores sociales, y otros que se desempeñen en espacios que trabajan con niños, adolescentes, jóvenes o adultos en situaciones de aprendizaje, preceptores, personal de apoyo académico y profesionales de otros campos interesados en la temática.
Por qué y para qué
Las Facultades de Educación y de Filosofía y Letras se unieron para trabajar sobre este tema que se considera indispensable en este contexto, y que no se había abordado en la Universidad Nacional de Cuyo desde una perspectiva integral, sistemática, ni con un sentido crítico. Las autoridades de las 2 Unidades Académicas entendieron que la UNCuyo no podía mantenerse al margen de esta temática, que en el actual contexto de pandemia resulta una demanda urgente de los equipos de orientación, de preceptores y de la comunidad educativa.
El decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Adolfo Cueto, sostuvo que era indispensable ofrecer una capacitación sistemática, consistente, que abordara de manera crítica y constructiva los diversos aspectos emocionales de la actividad educativa. “También quisimos cubrir un área de vacancia en este tema. Vamos a ofrecer una formación más sólida desde el punto de vista académico, ya que la Universidad había trabajado sobre educación y emociones sólo como cursos de corta duración o con un abordaje parcial”, señaló.
Por su parte la vicedecana de la Facultad de Educación, Ximena Erice, explicó que se diseñó esta propuesta desde la convicción de que era urgente. “Cuando pensábamos en cómo ofrecer a la comunidad herramientas y colaboración desde nuestra función de formadores de docentes, entendimos que las intervenciones sobre lo emocional en educación requieren un abordaje serio, fundamentado y consistente. Consideramos que ofrecer esta Diplomatura era nuestra responsabilidad y quisimos poner a disposición una formación que trabajase el tema con calidad”.
Particularidades y características
Esta Diplomatura ofrece la oportunidad de asumir una perspectiva crítica y amplia respecto a las emociones en educación, para sistematizar conocimientos, profundizar en la temática con calidad y pertinencia, de forma crítica y reflexiva, dar cuenta de los avances de la investigación en este campo, favorecer una educación auténticamente integral y proponer estrategias de intervención en el ámbito educativo que contemplen la dimensión emocional.
Su directora, Mónica Coronado, aclaró que esta formación de Posgrado considera a las emociones y los afectos en la educación engarzados en un entramado de vínculos y de procesos educativos, sociales y culturales. La Diplomatura, explicó, establece un programa sistemático que considera los ejes temáticos más relevantes y ofrece oportunidades de diseñar intervenciones acompañadas por los equipos docentes. Coronado añadió que en esta línea, “es preciso puntualizar que esta Diplomatura, intencionalmente, no trata sobre 'educación emocional', sino sobre emociones en la educación. Ya que esta perspectiva considera algo mucho más amplio y complejo que refiere a la trama comunitaria, los vínculos, la convivencia y el desarrollo socioemocional de todos los integrantes de la comunidad educativa”.
Coronado fue un paso más adelante y explicitó que la cuestión del cuidado, del bienestar, de la resiliencia y de las emociones surgen como una prioridad en el abordaje de las relaciones humanas en el campo de la educación, en donde el vínculo entre enseñantes y estudiantes dan cuenta de la necesidad de contar con una perspectiva, herramientas y abordajes específicos de los afectos. “Los vínculos educativos están atravesados por intensas emociones, a menudo muy complejas de comprender”, indicó la experta.
Por último, Mónica Coronado, puntualizó sobre el objetivo de la propuesta de esta Diplomatura. “Queremos intentar dar respuesta a las múltiples inquietudes que hoy experimentan quienes trabajan en instituciones educativas, sus interrogantes y búsquedas. Con esta capacitación buscamos develar lo que está implícito, oculto y difuso en la vida institucional, profesional y personal, para hacerlo visible, intencional y objeto de un abordaje sistemático”, cerró.
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