El informe asegura que “gran parte de los productores agropecuarios se encuentra con dificultades para reemplazar su maquinaria agrícola, ya que son herramientas de trabajo muy costosas”. Para el caso del tractor, dice el informe, en Argentina casi el 73% de los productores poseen tractores de más de 15 años de antigüedad. En Mendoza ese valor se hace más alto, cercano al 77%. Esto genera que los costos por hectárea sean mayores, utilizando maquinaria con un gasto en combustible y un mantenimiento más elevados, que además influyen negativamente en el ambiente y en la seguridad laboral, ya que no cuentan con las nuevas normativas de seguridad y calidad vigente.
En conversación con Martín Betancud, ingeniero agrónomo, y a partir del informe, aseguró que la intención de la organización es promover “un nuevo plan nacional para renovar la maquinaria agrícola, para mejorar la seguridad laboral, disminuir la contaminación ambiental y mejorar los rindes de las actividades agropecuarias”. Para este fin están trabajando junto a referentes sectoriales y políticos para acercar la propuesta al Gobierno Nacional.
“En las economías regionales como la nuestra, se necesitan potencias más bajas, hablamos de tractores con menos de 100 HP” afirma Betancud y esa maquinaria puede rondar los $ 2.5 millones.
La situación no se presenta igual en todo el país, ya que en otras regiones los sectores agropecuarios tienen otra capacidad económica, como el caso de la región pampeana. Y en ese sentido, los datos muestran que las economías regionales como la mendocina se encuentran con maquinaria de arrastre (tractores) antiguos y cada vez menos eficientes.
“Hoy tenemos una ruralidad con un atraso tecnológico bastante grande, sobre todo en los pequeños y medianos productores. Vemos que siguen produciendo como hace décadas atrás, hay tractores funcionando que, en algunos casos, son de 1940”.
Este fenómeno lo explican a partir de la caída que ha sufrido el sector automotriz nacional dedicado a la fabricación de maquinaria agrícola. “Hay fabricación en Argentina pero se ha perdido un 50 % desde el 2016, algunos han reducido la producción otras han cerrado directamente”.
Una de las propuestas que se están analizando para equilibrar la situación, es solicitar planes de financiación con plazos y tasas a medida para el sector. Esto llevaría a un mejoramiento de la planta de tractores y a una reactivación de la fabricación.
Cabe mencionar que los datos del informe se desprenden de lo analizado por el ORAM en base a los datos obtenidos en el Censo Nacional Agropecuario 2018.
¿Qué es la ORAM?
El ORAM está integrado por profesionales vinculados al agro, participan ingenieros agrónomos, veterinarios y economistas. El objetivo es facilitar el acceso a la información vinculada al sector agropecuario, ya sea analizando los datos que generan los organismos públicos o privados. La intención es explicar los datos en su contexto.
“Nuestra ruralidad es un campo con gente” afirma Betancud. “En Mendoza casi el 21 % de la población está viviendo en la ruralidad”; la intención de estos profesionales es explicar que este sector de la población está interrelacionado con los sectores que habitan en los centros urbanos.
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