Según investigaciones, el aprovechamiento del aceite de cocina usado puede contribuir a disminuir sus impactos en el agua, el agotamiento de la capa de ozono, la acumulación de residuos orgánicos en los litorales del mar o de lagunas o embalses y hasta en el cambio climático. Razones por demás importantes para ver cómo con una simple acción como es el no tirar este producto, puede generar grandes beneficios para el planeta.
Bajo esta premisa es que muchas empresas han comenzado a gestionar el reaprovechamiento de los residuos que dejan los denominados aceites de cocina vegetales usados (AVUs).
¿Qué es el AVU?
Los aceites vegetales usados (AVUs) son todos los aceites vegetales que se han deteriorado, es decir, se han vuelto no aptos para consumo, ya sea por un proceso de cocción o por un proceso industrial. En esta línea se incluyen los aceites de cocina usados, generados por restaurantes, industrias o por generadores domiciliarios, como también aquellos aceites residuales de procesos industriales.
Bajo esta línea es que la firma "RBA Ambiental" trabaja en el reciclado de estos residuos contaminantes.
Nacida en Buenos Aires y teniendo su planta de tratamiento en el partido de San Miguel (Parque Industrial de Bella Vista) como sede central, la firma ha expandido sus servicios hacia importantes centros urbanos siendo Mendoza, uno de ellos.
Ubicada la filial en el departamento de Godoy Cruz, la firma es una empresa familiar que desde 1925 se dedica a la recolección de aceites y grasas. Si bien sus orígenes comienzan con la recolección del cebo generado por carnicerías y frigoríficos, luego se trasladó al aceite de cocina usado al ver que en el mercado existía mucho volumen de operación y el cual estaba siendo tirado. A partir de entonces es que la empresa busca refinar este producto y modificarlo químicamente para exportarlo como insumo para biocombustibles.
Así, la planta industrial principal de San Miguel, tiene como objetivo el procesamiento de todo el aceite vegetal usado (AVU) que se recolecta, siendo la empresa argentina más grande en su rubro.
Asimismo, poseen diferente bases dentro de Buenos Aires como en hay tres bases de recolección como en las provincias de Córdoba, Río Negro, Jujuy y Mendoza.
“En cada lugar en la cual estamos buscamos trabajar de forma conjunta con cada municipio ya que en la actualidad, el gran riesgo es que existen empresas no certificadas que realizan recolección informal del aceite vegetal usado y que juntan el aceite quemado de las freidoras, lo mezclan con aceites vírgenes y lo vuelven a introducir al consumo humano, provocando no solo un gran daño a la salud sino al medioambiente. Recordemos que cada litro de aceite usado que una persona tira a la red de agua cloacal contamina más de mil litros de agua potable”, señala Francisco Porcille de la firma RBA Ambiental.
“Nuestra empresa tiene una visión nacional y el objetivo es poder prestar no sólo en las grandes ciudades el servicio de recolección sino que ir también a los pueblos, a las pequeñas localidades, a las comunas en dónde todo ese volumen de aceite termina siendo tirado”, enfatiza.
En cuanto a la forma de trabajo de RBA Ambiental ésta consiste en buscar constantemente generadores de residuos tales como restaurantes, hoteles, rotiserías, supermercados, entre otros. También establecer a partir del área de ingeniería de la firma y de manera conjunta con los municipios, ‘puntos limpios’ para que el vecino pueda llevar el aceite usado.
“El servicio es totalmente gratuito. Se entregan recipientes a los generadores de este residuo para que puedan disponerlo de forma correcta y acorde a la frecuencia de generación que tengan los gastronómicos, nuestra empresa pasa a recolectar. Posteriormente, se entrega un certificado de disposición final el cual es válido ante cualquier inspección de salud, bromatología o medioambiente que tenga local gastronómico”, apunta Porcille.
“Luego de la post recolección de todo este residuo, se comienza con un proceso de refinación en el cual se lo modifica químicamente, generando un subproducto, un producto totalmente nuevo el cual no es igual al que se recolectó ya que pasó por un proceso refinado de masa filtrantes en donde se modificaron químicamente sus propiedades para ser luego un producto apto para para exportarlo a plantas de biocombustible en España como también en Países Bajos.
“Principalmente el aceite usado se reutiliza para lo que sea la industria de biocombustibles y óleo químicas que le genera nuevamente un valor a este residuo que es contaminante para el medio ambiente”, comenta Francisco Porcille.
Para todos los que se encuentren interesados en sumarse a esta campaña de recolección de aceite vegetal usado, recordemos que el servicio es totalmente gratuito sin ningún tipo de costo para el municipio ni para el generador. Solo comunicarse vía mail o visitar la web de la firma.
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