Desde el bróker online LBX analizaron que se descuenta con elevada probabilidad un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de referencia. La señal proviene del propio Jerome Powell, quien en Jackson Hole reconoció que la política monetaria ya está en terreno suficientemente restrictivo. El enfriamiento del mercado laboral norteamericano, con tres meses consecutivos de creación de empleo débil, y una inflación PCE que muestra señales de moderación, configuran un escenario que justifica un recorte preventivo que alivie a la economía sin comprometer la credibilidad de la Fed.
En ese escenario, el empleo es hoy la variable central: “Los reportes de nóminas no agrícolas y las solicitudes de subsidio por desempleo reflejan un mercado laboral menos dinámico, lo que habilita cierto margen de maniobra. La inflación, si bien todavía por encima del 2%, se encuentra en niveles compatibles con un sendero desinflacionario”, explicaron desde LBX.
Dos escenarios en disputa
Si la Fed opta por mantener las tasas altas por más tiempo, el mundo enfrentará un escenario de higher for longer: dólar más fuerte, rendimientos elevados de los bonos del Tesoro y menor flujo hacia emergentes. “En este caso, países como Argentina se ven doblemente presionados: por el encarecimiento del financiamiento externo y por una mayor volatilidad cambiaria, dado que la fortaleza del dólar global impacta directamente sobre el peso y amplía la brecha”.
En cambio, un recorte de tasas activaría nuevamente el apetito por riesgo: suba de acciones, compresión de rendimientos en bonos y un dólar más débil. “Ese contexto favorece el ingreso de capitales a emergentes y puede sostener el rally de criptomonedas, que reaccionan de manera positiva cuando mejora la liquidez internacional”, remarcan desde LBX.
El impacto para Argentina
Para la economía local, un recorte de la Fed implicaría cierta distensión: menor presión externa sobre el peso y un costo más bajo de intervención en el mercado cambiario. Sin embargo, LBX subraya que “esto no resuelve los problemas internos —inflación, intervención cambiaria y factores políticos— aunque sí atenúa los shocks externos”.
En contraste, si las tasas se mantienen altas, Argentina enfrentaría mayor riesgo de salida de capitales y un aumento de la prima de riesgo, lo que complicaría la estrategia de estabilización del dólar. “Los movimientos de la Fed amplifican o alivian la vulnerabilidad doméstica, pero no la resuelven por sí solos”, advierte la compañía.
Lo que viene
De cara a la decisión de septiembre, asoman dos hitos clave: el reporte de empleo de EE.UU. del 5 de septiembre y el dato de inflación CPI del 11 de septiembre. “Son los últimos indicadores de peso antes de la reunión de la Fed y definirán tanto la magnitud del recorte como el tono del comunicado oficial. Para Argentina, estas semanas son especialmente críticas: cualquier shock externo coincide con un momento de alta sensibilidad local, marcada por la intervención cambiaria, la negociación con el FMI y la proximidad de las elecciones legislativas”.
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