Domaine St Diego, la bodega familiar del conocidísimo maestro de la enología Angel Mendoza, dio un salto en tiempos de cuarentena y en estos días terminó de instalar un sistema de energía Fotovoltaica del Sol para cultivo, elaboración, extracción, conservación y envasado de su producción. Ahora esperan concluir los trámites para la conexión de Edemsa y la autorización municipal para reemplazar toda la energía convencional del emprendimiento por la autosustentable.
El proyecto vitivinícola y olivícola fundado por Ángel Mendoza y su esposa Rosalía Pereyra junto sus hijos Juan Manuel, María Laura y Lucas, se emplaza en 3.5 hectáreas de viñedos antiguos entrelazados con olivos en el Bajo de Lunlunta de Maipú. Tiene una producción anual de aproximadamente 30.000 botellas de vino en sus marcas Pura Sangre, Paradigma, Brut Xero y Rose Elea. Mientras que la producción anual de aceite de oliva extra virgen ronda los 6.000 litros anuales.
Emprendimientos vitivinícolas como éste por lo general implican un consumo de energía muy considerable y costosa, la cual se utiliza desde el viñedo para bombeo de riego presurizado durante el ciclo verde de la vid y de los olivos (agosto – mayo) y durante todo el año en la bodega con los procesos de vinificación, trasiegos, crianza y conservación de los vinos a una temperatura constante.
“Los proyectos de energía renovable son un verdadero aporte a la sustentabilidad y la defensa del medio ambiente. Para nosotros es parte del futuro, en particular del vino, el cual es una bebida social que es interpretada por consumidores que respetan la naturaleza. Nosotros como productores tenemos el compromiso de desafiar a que la misma naturaleza para que participe tanto la madurez de la uva como la producción del vino”, explicó Ángel Mendoza en entrevista telefónica con InfoMendoza y agregó que “se siente orgullo de implementar esta energía en su bodega pensando en sus hijos y en las nuevas generaciones”.
Una gran apuesta e inversión a futuro
Para este desarrollo se invirtió US$ 30.000 en la instalación de 32 paneles que producen anualmente 10 KW y permite abastecer tanto la bodega, la fábrica de aceite de oliva como la viña que funciona a través del sistema de goteo.
“Para nosotros esta inversión significa mucho, porque es un proyecto familiar”, comentó Mendoza, mientras explicó la dificultad de acceder a créditos para acceder a energías renovables.
Proyectando hacia el futuro, el enólogo referente de los maestros en materia vitivinícola confesó que “le gustaría ser más autónomos de esa energía”, es decir que “tener suficiente batería de conservación de esa energía para utilizarla en su totalidad, por el momento cubre lo que le entrega EDEMSA” agregó.
Vinos de Pura Sangre
Domaine St Diego cuenta en su portfolio con una serie de ejemplares muy elogiados, entre ellos Pura Sangre y Pura Sangre Nueve Lunas. El primero se trata de un malbec con toque de cabernet, lo cual le otorga mayor potencial de guarda, mientras que el segundo tiene una crianza en barrica nuevas de roble americano durante Nueve Lunas llenas “como el feliz nacimiento de un hijo”.
Es considerado un vino tinto solemne con personalidad joven y moderna. Finalmente Paradigma, compuesto por malbec, cabernet franc y cabernet sauvignon.es un vino que no necesita del roble, para elevar su status.
En estas líneas se desarrollan sus espumantes que tiene una gran aceptación en el mercado nacional. Entre los ellos se encuentran: Pura Sangre Xero Brut a base de malbec blanc de Noir y chadonay y Paradigma Blanc de Blancs Patricia Extra Brut, mientras que cierra el portfolio con Elea Rosé.
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