La provincia se convirtió en la primera región de Sudamérica en ser elegida sede de esta edición de Vinexpo Explorer, un reconocimiento que busca fortalecer su posicionamiento como capital mundial del vino. Durante los próximos días —del lunes hasta el jueves— 150 bodegas locales expondrán sus producciones ante compradores e invitados internacionales, abriendo el juego a nuevas oportunidades de exportación y posicionamiento global.
Participan en el evento 80 compradores internacionales provenientes de países tan diversos como Alemania, Japón, Emiratos Árabes Unidos, India, Canadá y España, entre otros. Para Mendoza, es una convocatoria récord: atraer ese calibre de actores globales representa una apuesta estratégica que va más allá de lo simbólico.
Durante el acto, el gobernador Cornejo puso en valor el reconocimiento: “Ser anfitriones no solo es un hito para nuestra vitivinicultura, sino también para toda Argentina”. Señaló que el buen clima, el terroir y el empuje de quienes trabajan el sector son componentes que hacen posible este posicionamiento.
Por su parte, el director general de Vinexposium, Rodolphe Lameyse, agradeció la elección de Mendoza: “Estar aquí me llena de orgullo… ¡Vivan Mendoza! Vivan con el espíritu argentino, con el corazón mendocino y, por supuesto, ¡con muchas compras al final!”
El intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli, subrayó el simbolismo de abrir un evento de estas magnitudes en su municipio y resaltó la recuperación del Espacio Arizu como un sitio cultural y de negocios. Para él, Godoy Cruz se posiciona como “tierra de oportunidades”, capaz de generar sinergias comerciales con impacto provincial.
Vinexpo Explorer Mendoza no es simplemente un evento más. Para quienes trabajan en el sector, se perfila como un punto de inflexión: el momento en que Mendoza deja de ser “parte importante del vino argentino” para afirmarse como un actor global estratégico.
Si las líneas de oferta, logística, reglamentación y calidad acompañan este impulso, las huellas de esta semana podrán transformarse en negocios concretos, cadenas exportadoras reforzadas y reconocimiento permanente para las bodegas de la provincia.
Impacto económico y desafíos
Oportunidad exportadora
La llegada de compradores internacionales de alto nivel representa una ventana concreta para que bodegas de todos los tamaños accedan a nuevos mercados. En un contexto donde la competitividad global es clave, la visibilidad internacional puede traducirse en pedidos, acuerdos comerciales y vínculos que perduren más allá del evento.
Significado para las bodegas locales
Para muchas bodegas mendocinas, especialmente aquellas de escala mediana o pequeña, Vinexpo puede ser la puerta para mostrar productos que raramente llegan más allá del mercado local. Tener contacto directo con distribuidores internacionales acorta la cadena comercial y reduce intermediarios.
Desafíos logísticos, regulatorios y de servicio
No basta con mostrarse: para que la operación tenga éxito, las bodegas deberán estar listas en términos de calidad, logística de exportación, cumplimiento de normativas internacionales, envíos y servicio posventa. Los compradores internacionales suelen exigir estándares altos de trazabilidad y consistencia.
Asimismo, es clave que las autoridades provinciales acompañen con medidas que hagan más simple la exportación, reduzcan trabas burocráticas y faciliten infraestructura logística: transporte, almacenamiento en frío, certificaciones, aduana interna.
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