El uso de este tipo de riego ya es una tendencia: el Censo Nacional Agropecuario de 2018 relevó 250.881 explotaciones agropecuarias. De ese total, se regaban con sistemas de riego tecnificado 36.296, correspondientes a 1.391.074 hectáreas. Actualmente, esa superficie se ha incrementado a 2,1 millones.
“La crisis hídrica no afecta sólo a Mendoza y otras economías regionales. La sequía hace estragos en todo Argentina y por eso, junto con AZUD -empresa española de la que somos el único agente oficial en el país- brindamos productos y tecnología de punta para tecnificar el riego de cultivos extensivos y gestionar los sistemas de riego (como la telemetría y la medición satelital)”, explica Sebastián Halpern, CEO de Halpern SRL (https://halpernriego.com/), empresa con más de 20 años líder en el mercado de insumos para conducción, control y filtrado de agua.
Los sistemas de riego por goteo subterráneo (RGS) son una opción agronómica adecuada para todo tipo de cultivos, ya sean cultivos leñosos, como almendro, vid, olivo o pistacho o cultivos extensivos, como soja, girasol, maíz, alfalfa, sorgo, maní, trigo, cañas de azúcar y tabaco, entre otros.
El RGS es una técnica de riego que permite el aporte de agua y nutrientes a la planta de forma localizada y bajo la superficie, optimizando el crecimiento de raíces y planta. Esta práctica hace posible el uso más eficiente de agua, energía y fertilizantes, posicionándose como la mejor alternativa a nivel económico, agronómico y ecológico.
Sus beneficios son múltiples. En la aplicación directa de agua y nutrientes al sistema radicular permite mayor eficiencia, ahorro y mejora de la fertirrigación, reducción del gasto energético, posibilidad de utilizar aguas residuales y reducción del estrés hídrico del cultivo.
Además, reduce y hasta anula el área húmeda superficial, y de esa manera hay menor presencia y desarrollo de malas hierbas, disminuye el riesgo de plagas y enfermedades y las propiedades físicas del suelo evolucionan positivamente.
El sistema de conducción subterráneo también elimina los componentes en la superficie, con las ventajas adicionales de que se reducen los daños ocasionados por animales y vandalismo, se integra perfectamente al paisaje, hay nula exposición a la radiación solar incidente, facilita y reduce las tareas de mantenimiento (y reduce sus costos) y, obviamente, facilita y reduce las labores de cultivo.
Además, el sistema se adapta a cualquier tipo de fuente: pozo de agua, represa, canal o río. “Las instalaciones de riego por goteo subterráneo requieren criterios de diseño, instalación, operación y mantenimiento específicos y son similares a los utilizados en el riego localizado superficial pero se consideran una serie de elementos auxiliares para garantizar su manejo, control y mantenimiento adecuado”, explica Halpern.
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