“Nos enorgullece ofrecer esta propuesta de excelencia que, al no tener agregados químicos durante el proceso, se presenta como un producto desarrollado de manera orgánica”, comenta Cristian Linares, Gerente de Operaciones de bodega Trivento.
Elaborado con aceitunas recolectadas de las fincas Los Vientos y Los Olivos, cada una de las cuales garantiza su calidad y origen, la elaboración de La Chamiza sigue un meticuloso proceso.
Ubicada en Maipú (Mendoza), la finca Los Vientos alberga 400 olivos centenarios con variedades como Arauco, Arbequina y Empeltre. Por su parte, la finca Los Olivos -en Junín- cuenta con cerca de 600 olivos de 100 años de antigüedad y un mix de variedades entre las que destacan la Manzanilla, Arbequina, Arauco y Farga.
Un tratamiento minucioso. Las aceitunas se recolectan manualmente con morral durante el mes de mayo. En una mesa de selección, se separan las hojas de las aceitunas antes de la molienda, que se realiza dentro de las 24 horas de la cosecha para garantizar la excelencia del producto final. Una vez molido, se “amasa” a temperatura controlada (27°C) durante un máximo de 30 minutos, lo que le permite alcanzar su máximo sabor y calidad, para luego ser prensado.
El resultado es un aceite de aromas a hierbas que recuerdan a alcachofas, hojas frescas y césped recién cortado. Tiene una entrada de boca agradable y armónica, de persistencia duradera. De amargor suave y picante medio.
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