< (Por Patricia Losada) Pablo García es el presidente de la Asociación Mendocina de Agencias de Viajes y Turismo (AMAVYT), la entidad representativa en el ámbito provincial de las más importantes empresas de viajes y turismo de Mendoza.
El referente de las agencias de viajes de Mendoza, señaló que si bien los programas ayudan a pagar los sueldos de los empleados, hay gastos fijos, incluso ítems de mucho dinero, que no pueden afrontar porque desde que comenzó la pandemia no han podido vender prácticamente nada.
Y es que si bien Mendoza ha recibido visitantes nacionales, la mayoría llega por su cuenta, sin contratar paquetes turísticos y casi ninguna excursión se vende en agencias.
García estima que recién en 2023 se podría llegar a facturar de la misma manera que en 2019, es decir antes de la llegada de la destructiva pandemia. En un mano a mano con InfoMendoza, Pablo García comparte un panorama de la situación del turismo mendocino.
-¿Qué se puede sacar de positivo en estos tiempos difíciles de pandemia?
- De positivo, nada. Lo bueno que se puede decir es que todo el sector del turismo está unido, trabajando en forma conjunta para poder salir adelante. Eso es lo positivo y además de las 160 empresas de turismo que están asociadas a Amavit, no ha cerrado ninguna hasta ahora. Algunas lo que hicieron fue trasladar el domicilio para dejar de seguir pagando alquileres, gastos fijos, entre otras cosas.
-¿Cómo es la situación del sector en este momento, en qué estado se encuentran; la ayuda del gobierno fue suficiente?
-Me pareció fantástica la ayuda del programa ATP que se dio hasta diciembre y ahora dieron los REPRO que son por tres meses y el Gobierno de la Nación decide a quién se le da, nosotros no decidimos nada. Estamos trabajando para ver este tema. El punto es que esa ayuda va directamente a los empleados y las empresas siguen generando deuda. Por ejemplo, a las agencias se les obliga pagar un formulario, el 931, que son $200 mil por mes y cómo se hace para pagarlo cuando no se facturó nada.
Por otro lado, hay impedimentos para despedir empleados, es decir generamos deudas por todos lados. Desde abril del año pasado hasta octubre nos obligaron a estar cerrados. Por otro lado el Gobierno te ofrece préstamos que no podemos pagar y los subsidios sin reembolso son imposibles de conseguir. Una ayuda que sí hemos recibido fue de la Municipalidad de la Ciudad, que han condonado la deuda con el municipio, del 2020, de marzo a diciembre.
-¿El turismo parece haberse reactivado un poco en los últimos meses?
-Se ha reactivado un poco, pero el sector es muy amplio, abarca muchas áreas. Hay hotelería, gastronomía, prestadores, agencias, entre otras. Hay algunos lugares que se beneficiaron más que otros como por ejemplo San Rafael, Valle de Uco, Potrerillos, lo relacionado al aire libre y la naturaleza. En este sentido las agencias de viajes somos las más damnificadas, porque la mayoría de los turistas que viajan lo hacen por sus propios medios, no contratan un paquete turístico. Son muy pocos los que pagan alguna excursión, más que nada lo hacen por su cuenta. También las empresas de colectivos están mal, tanto que algunas ya cancelaron sus salidas por todo febrero debido a la falta de demanda. El tema es bastante complicado para el sector.
- Con respecto al futuro, ¿Piensa que el 2021 será mejor que el año pasado?
- Hasta que no esté la vacuna bien distribuida, seguiremos en la incertidumbre. Se espera que recién en el 2023 tendremos los valores que manejábamos en 2019. Pienso que el turismo se va a ir reactivando de a poco, todo depende de la vacunación en parte. Por ahora es muy poco lo que se vende, esperemos que vaya mejorando todo.
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