En el caso de España, la llamada “Ley de Nietos” —una disposición incluida dentro de la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022— permitió que hijos y nietos de españoles exiliados o que hubieran perdido su nacionalidad por motivos políticos o ideológicos pudieran solicitar la ciudadanía. Esta medida benefició a cientos de miles de descendientes en América Latina, particularmente en Argentina, donde se estima que cerca del 40 % de las solicitudes globales provinieron del país.
Si bien la ley tenía inicialmente un plazo de dos años, el gobierno español anunció una prórroga que permitirá iniciar los trámites hasta el 22 de octubre de 2025. Después de esa fecha, no habrá más extensiones, según confirmaron las autoridades. Quienes ya hayan iniciado el proceso o cuenten con un turno asignado podrán completarlo, pero los que aún no comenzaron quedarán fuera del alcance de la normativa. Así, se cierra una ventana histórica que permitió que nietos y bisnietos de españoles pudieran acceder a la doble nacionalidad.
Italia, por su parte, también decidió limitar el acceso a la ciudadanía por ius sanguinis, el principio que permitía a los descendientes de italianos reclamar la nacionalidad sin límite generacional. Con el nuevo decreto aprobado en 2025, solo podrán acceder quienes tengan un padre o abuelo nacido en Italia y ciudadano italiano de origen. Los descendientes que basaban su derecho en bisabuelos o generaciones más lejanas quedarán excluidos bajo las nuevas reglas. Además, el gobierno italiano estableció requisitos más estrictos sobre la documentación, la residencia y la transmisión de la ciudadanía, con el fin de evitar fraudes y agilizar los procesos consulares.
Estas medidas marcan un punto de inflexión para muchos argentinos. Durante años, tramitar la ciudadanía europea fue no solo una vía para emigrar, sino también una manera de reconectar con la historia familiar y recuperar una identidad cultural. Ahora, ese camino se vuelve más estrecho y exigente.
El cierre de estas etapas tiene un fuerte impacto simbólico. España e Italia buscan ordenar y controlar los flujos migratorios, pero para miles de descendientes en América Latina, estas decisiones significan el fin de un ciclo. La posibilidad de “volver a las raíces” ya no será tan sencilla, y quienes deseen hacerlo deberán actuar con urgencia o resignarse a que la historia, esta vez, cierre sus puertas.
¿Qué alternativas quedan vigentes para vivir legalmente en España?
Tras el fin de la Ley de Nietos, seguirán existiendo otras vías legales, aunque más restrictivas o con mayores requisitos, entre las que se destacan residencia y ciudadanía por sangre,visas de trabajo, visas de estudio por convenio con universidades o el programa para jóvenes, entre otras opciones.
Para los especialistas en movilidad internacional, el fin de la Ley de Memoria Democrática no marca el final del camino migratorio a España, sino el comienzo de una etapa diferente: “A partir de ahora, emigrar va a requerir planificación jurídica y económica. No será imposible, pero sí más estratégico”, explican desde Estudio Malagoli, estudio legal especializado en extranjería.