El Palenque fue uno de los primeros en cambiar la fisionomía de la Arístides, cuando junto a algunos otros como La Lucia, Por acá y Juan Sebastián Bar dieron el puntapié inicial para convertir a esta “calle residencial” en la avenida favorita de la noche mendocina. “Fue el primer restaurante de la Arístides. Abrimos en plena crisis del 2001, época de “corralito”, cuando la gente solo tenía plata para salir y ahora en esta nueva crisis nos reconvertimos porque sucede todo lo contrario”, reflexiona Emiliano Gatti, dueño de El Palenque.
En estos momentos, el tradicional restaurante se encuentra en obras para dar un gran vuelco en dos semanas cuando abra como Mercado Palenque. El lugar conservará la estética pero muta a una especie de pequeño “mercado central” de productos naturales orgánicos, con autoservicio que incluye mesas y espacio para disfrutar su clásica gastronomía.
“Esta crisis de la pandemia se suma a la crisis del sector gastronómico que ya venía vapuleada, entonces decidimos convertirnos en un mercado de productos naturales con cafetería, vinería y rotisería, con atención al público con el menú del El Palenque a precios más acomodados a la situación que estamos viviendo”, explica Emiliano, quien da a entender que un cambio de modalidad en el servicio flexibiliza costos para esta nueva etapa, por lo que habrá mesas afuera pero sin atención de mozos, lo que permite comprar más económico.
Un rincón original ocupa la Tienda de Alfajores, la cual tendrá la mayoría de alfajores de Argentina en un solo lugar para los fanáticos de esta dulcería argentina, mientras que otro espacio que suponen se llevará estrellas será la quesería a base de productos naturales.
El empresario gastronómico reconoce que a la gastronomía le va a tomar un tiempo remontar: “Ya había crisis en sector y esta situación la hace más notoria. Se pagan muchas tasas e impuestos que hacen difícil llevar el negocio” y agregó: “El consumidor de restaurante se restringe mucho. La gente ha potenciado su aptitud ante la cocina y en este aislamiento muchos han empezado a cocinar”. De hecho, no es menor la conciencia de productos sanos en el nuevo consumidor, lo que fortalece la búsqueda de productos saludables y orgánicos.