El paisaje ferroviario del Este mendocino podría cambiar radicalmente en los próximos años. Esta semana, el Gobierno de Mendoza firmó un acuerdo clave con la Nación para avanzar en el ambicioso proyecto del Tren de Cercanías del Este, que unirá los departamentos de San Martín y Maipú a lo largo de más de 30 kilómetros de vías recuperadas.
La obra, que demandará una inversión estimada de 100 millones de dólares, busca ofrecer una solución concreta a los problemas de movilidad regional, promover el transporte público sustentable y dinamizar la economía de una de las zonas más productivas y postergadas de la provincia.
Una traza estratégica con conexión al Metrotranvía
El tren recorrerá 32,3 kilómetros entre La Colonia (San Martín) y Gutiérrez (Maipú), punto de conexión con el Metrotranvía del Gran Mendoza. La traza incluirá paradas en zonas intermedias como Palmira, Fray Luis Beltrán, Rodeo del Medio, General Ortega y Coquimbito.
Se trata de un tramo actualmente subutilizado por el sistema ferroviario nacional, que será completamente renovado: se prevé el mejoramiento de la infraestructura de vías, señalización, estaciones, drenajes, pasos a nivel y la incorporación de unidades modernas, con foco en eficiencia energética.
Inversión pública y convocatoria internacional
El Gobierno de Mendoza será quien financie la totalidad de la obra, con fondos propios y eventuales préstamos de organismos multilaterales. La Nación, por su parte, cede sin costo el uso de la infraestructura de vías y su mantenimiento. Esta modalidad le permitirá a la provincia operar el tren sin pagar canon alguno, y eventualmente recuperar la inversión cobrando tasas a futuros operadores o usuarios logísticos.
En una etapa posterior, se abrirá una licitación nacional e internacional para la adjudicación de la obra y del servicio ferroviario. Aunque aún no se confirmaron empresas participantes, se especula que grupos como Corporación América y José Cartellone Construcciones Civiles podrían mostrar interés, dada su trayectoria en grandes obras de infraestructura.
Objetivos de alto impacto
La iniciativa no es solo un proyecto de transporte: busca redefinir la integración territorial entre el Este y el Gran Mendoza. Actualmente, miles de trabajadores, estudiantes y productores deben desplazarse diariamente en vehículos particulares o colectivos sobre rutas saturadas, lo que genera demoras, costos elevados y contaminación.
Entre los impactos esperados se destacan:
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Reducción de la congestión sobre rutas nacionales 7 y 60.
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Disminución de la huella de carbono, al ofrecer una alternativa limpia al transporte automotor.
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Impulso económico a zonas productivas del Este, especialmente vitivinícolas, hortícolas y logísticas.
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Generación de empleo: se prevé la creación de más de 1.200 empleos directos durante la obra y miles de puestos indirectos.
“El tren no es solo una inversión en movilidad, es una herramienta de desarrollo territorial y equidad. Vamos a conectar mejor a los mendocinos y a potenciar el perfil logístico-productivo del Este”, afirmó el gobernador Alfredo Cornejo tras firmar el convenio con el secretario de Transporte de la Nación, Luis Pierrini.
Calendario proyectado
El proyecto ingresará ahora en una fase técnica que incluye estudios de impacto ambiental, ingeniería de detalle y definición de pliegos para la licitación. Si los tiempos administrativos y financieros se cumplen, las obras comenzarían en 2026 y el servicio podría entrar en operación entre fines de 2028 y comienzos de 2029.
Mientras tanto, Mendoza sigue apostando por el tren como vehículo de progreso, conectividad y futuro. En una provincia con historia ferroviaria y desafíos modernos de movilidad, el regreso de los rieles al Este podría marcar el inicio de una nueva era.