“La mecanización ya no es una opción, es una necesidad para mejorar la competitividad del sector. La poda es el segundo costo más importante en las labores del viñedo, luego de la cosecha y esta máquina puede resolver la poda de hasta 4 hectáreas por día ahorrando entre 6 y 8 jornales”, explicó Lucas Gilbert, CEO de Agrocosecha, en una reciente entrevista televisiva. Con un enfoque en la eficiencia, Gilbert destacó que esta podadora automatiza tareas que antes requerían múltiples operarios, reduciendo los tiempos de trabajo y mejorando la calidad del corte.
Una herramienta inteligente al servicio del vino
La TPR Combiviti se monta sobre un tractor mediante el chasis MULTIVITI, y está equipada con cuchillas de alta precisión que logran cortes uniformes y cercanos al cordón de la vid. Su velocidad de trabajo -hasta 3 km/h- permite podar de manera rápida sin comprometer la calidad.
Pero lo que la convierte en una herramienta de vanguardia es su sistema automatizado de seguimiento del cordón, basado en la tecnología VISIONIC. Gracias a sensores ópticos y láseres, la máquina detecta en tiempo real la altura y forma de las plantas, ajustando automáticamente el ángulo y la altura de corte en incrementos de 5 mm. Este nivel de precisión reduce errores humanos y asegura una poda homogénea incluso en terrenos irregulares.
Según Gilbert, “es como si la máquina ‘viera’ el viñedo; se adapta a cada planta y toma decisiones en tiempo real, sin intervención del operario”.
Productividad bajo cualquier condición
Uno de los diferenciales más destacados es su operatividad bajo múltiples condiciones climáticas. Ya sea de día o de noche, con lluvia o bajo sol intenso, la podadora no pierde precisión ni rendimiento. Además, su sistema de control por consola y joystick desde la cabina permite al operador trabajar con gran confort, reduciendo la fatiga y elevando la seguridad.
“La podadora aprende”, agrega Gilbert, al referirse a su memoria de trabajo y sistema de autodiagnóstico. El equipo guarda configuraciones para distintos lotes y estilos de poda, y si detecta un problema técnico, como una cuchilla bloqueada, emite una alerta inmediata.
La visión técnica del INTA
Desde el ámbito técnico-científico, el ingeniero Guillermo Martini, del INTA Mendoza, celebró la incorporación de esta tecnología al parque vitivinícola nacional. “Este tipo de equipos permite una poda más pareja, más rápida, y con una precisión que antes sólo se lograba manualmente con operarios muy capacitados. Y permite que el obrero vaya a trabajar bajo mejores condiciones laborales. La tarea de la poda se hace en invierno, es muy sacrificada y con esta maquinaria se facilita mucho su trabajo”, señaló.
Martini también destacó su impacto potencial en la sustentabilidad: “La eficiencia en la poda puede redundar en menores consumos energéticos y en una mejor sanidad del viñedo, lo cual también es clave frente al cambio climático”.
Agrocosecha ya ha comenzado a realizar demostraciones de campo y asegura que hay interés creciente por parte de bodegas y productores independientes. “Queremos que el productor vitivinícola vea que invertir en tecnología es invertir en calidad y rentabilidad”, concluyó Gilbert.
Con esta incorporación, la empresa busca afianzar su posicionamiento como referente en soluciones tecnológicas aplicadas al agro, apostando por una mecanización inteligente que respete el trabajo del productor y eleve los estándares de producción de la vid en Argentina.
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