En un mundo que padece un cambio climático alarmante y se ha propuesto la meta colectiva de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5° C para fin de siglo, el compromiso de las empresas resulta imprescindible en este camino hacia un sistema neutral en huella de carbono.
Para la industria del vidrio, la responsabilidad de reducir las emisiones de CO2 se sostiene en la innovación de toda su cadena de valor, y se pone de manifiesto en acciones concretas con ambiciosos objetivos de contribución.
Verallia, líder europeo y tercer productor más grande del mundo de envases de vidrio para bebidas y productos alimenticios, persigue como propósito “Reimaginar el vidrio para un futuro sostenible”; y, a partir de esa premisa, aspira a liderar la transformación del sector del embalaje con medidas vinculadas al consumo energético y la eficiencia de sus instalaciones productivas, a la introducción de energías renovables a largo plazo, al eco diseño de sus productos, y al aumento sostenido del uso de cullet (vidrio reciclado).
Recientemente la compañía lanzó su informe de RSC 2023 donde en términos concretos, Verallia se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2 en un 46% para 2030 (Alcances 1 y 2) en comparación con 2019, para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Este informe detalla la estrategia de Verallia para construir un futuro sostenible basado en tres pilares: potenciar la circularidad de los envases de vidrio, descarbonizar nuestras actividades, garantizar un entorno de trabajo seguro e inclusivo para todos, cumpliendo con nuestros valores y principios éticos con proveedores, clientes y empleados.
Desde Mendoza, Verallia Argentina lleva adelante medidas que se encuentran alineadas con el propósito de la compañía a nivel global. “Desde 2019, la empresa cuenta con la certificación de la Norma ISO 50001: Sistema de gestión de la energía, la cual nos sirvió para ordenar y documentar todas las acciones que ya veníamos realizando en materia de cuidado medioambiental y de eficiencia energética en nuestro proceso”, explica la licenciada Lucía Jaurrieta, responsable de Medio Ambiente de Verallia Argentina.
Por su parte, Walter Formica -director general de Verallia Argentina- expresó que alcanzar esta certificación fue el corolario de “un proceso de mejora en el rendimiento de equipos e instalaciones; en la compra de tecnología más eficiente y también fue posible, gracias a la concientización de todo el personal en materia de utilización de la energía”.
Otra acción que impacta en la eficiencia energética y refuerza el objeto social es el Programa de Reciclado “Vidrio, una acción transparente”; una medida que, según el máximo representante de Verallia, es imprescindible porque “sabemos que el vidrio es 100% reciclable y una botella de vidrio fundido da lugar a otra botella, que en nuestros hornos se recicla en segundos; se necesita mucha menos energía que para fundir la materia prima y eso, a su vez, genera menos emisiones de CO2".
En relación con el producto, la fabricación de botellas cada vez más livianas es otra de las iniciativas que la firma lleva adelante para reducir la huella de carbono. “Nuestra línea Ecova proporciona envases optimizados que reducen el impacto ambiental, tanto en el producto final, como en su logística (ECO- diseño), lo cual reduce en promedio un 15% la huella de carbono. Y al mismo tiempo, se trata de envases atractivos que mantienen el diseño aportando un alto valor de imagen al producto que contienen", precisó Jaurrieta.
Un requerimiento del cliente, un reclamo del consumidor
Medir la huella de carbono es esencial para entender, cuantificar y abordar el impacto ambiental de las actividades humanas. A nivel de las organizaciones, es una herramienta que ayuda a tomar medidas concretas para disminuir su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero, luchar contra el cambio climático y construir un futuro sostenible.
En el sector vitivinícola, se vuelve cada vez más evidente la necesidad de medir la huella de carbono; y esto es así debido a que los consumidores del mundo empiezan a reclamar acciones en favor del medioambiente.
“Los clientes nos piden de forma constante información sobre los alcances 1 y 2 de nuestras emisiones de CO2 para poder determinar la huella de carbono de sus productos”, comentó Lucía Jaurrieta.
A las medidas que llevan adelante las empresas, junto a las iniciativas que apoyan los gobiernos, se suma la conciencia individual, que también hace su contribución valiosa en este camino de lograr un mayor compromiso con el cuidado del ambiente.
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