La odisea de los giles (runners contagiados de viveza criolla)

(Por Claudio Pereyra Moos - Especial) Los argentinos que verdaderamente aman a su país saben que no es fácil vivir en él porque, básicamente, una de sus principales reglas es la evasión de las reglas. Así, paradójicamente, los giles que las transgreden hacen sentir “giles” a los que las respetan.

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"Gil: 1) Insulto a una persona que no cumple lo pautado o no tiene códigos. 2) Persona tonta o inocente".
Definiciones de diccionarioargentino.com

Parafraseando la película del genial Sebastián Borensztein, en nuestra querida Argentina, mal que nos pese, es una verdadera odisea de “giles” (de “ inocentes”) estar a derecho, cumplir las normas, respetar las leyes…


Los giles en época de pandemia
La era del coronavirus COVID-19 es ideal para demostrar que los giles que “no cumplen con lo pautado” son “tontos” porque no se dan cuenta que pueden terminar contagiados al no respetar las reglas que establecen las autoridades sanitarias.

Sacamos a relucir estos conceptos sobre la acepción de gil porque describiremos una situación que se vive muy a menudo en la ciclovía que comunica Godoy Cruz con Capital, donde hay muchos giles que no respetan la norma de no correr o andar en bici en espacios públicos.

“Una cuestión de conciencia”
El periodista Damián Weizman vive cerca de la ciclovía de Godoy Cruz en el límite con Ciudad, donde no para de ver giles que no respetan las normas establecidas para prevenir el COVID-19 e impunemente corren, pedalean o trotan.

“Vivo cerca de la ciclovía y estoy cansado de ver gente corriendo, andando en bici o, incluso, patinando”, contó a Mendoza Corre el director del portal de negocios InfoMendoza. Y agregó indignado: “Ves a ciclistas que simulan ser deliverys y por la ropa que visten te das cuenta que no lo son. Es un embole porque no se hace cumplir la ley y entonces están los ‘vivos’ de siempre y los ‘giles’ como nosotros que respetamos y no salimos”.

Damián no se quedó con sólo ver lo que pasa sino que se detuvo a hablar con los profesores de educación física de la comuna de Godoy Cruz que deben controlar que se cumplan las normas de prevención del COVID-19.

“Me dicen –detalló– que están con las manos atadas porque cuando paran a los que entrenan, en bici o al trote, los insultan y ellos no tienen mucho que hacer. Por eso me transmitieron que está bueno que los periodistas nos interesemos en este tema porque es, básicamente, una cuestión de conciencia y está bueno que lo hagamos ver para que se note lo importante que es respetar las reglas”.

¿Y qué hacemos los “giles”?
Esta nota comenzó hablando de los giles que no cumplen las reglas y que hacen sentir “giles” a los que las respetan.

Sabemos que se pueden usar las comillas para describir una situación irónica, o sea dar a entender algo contrario o diferente de lo que se dice.

Por eso a los verdaderos giles no les ponemos las comillas porque con su conducta ponen en peligro a los demás y a sí mismos, o sea son “tontos” por su proceder irresponsable.

En cambio a los “giles” que cumplen las reglas les ponemos las comillas porque ellos no son giles por “cumplir lo pautado”. Al contrario, son los inteligentes, aunque hoy no siempre se los valore.

Esta nota se escribió porque algún día, en Argentina, no será una odisea de “giles” cumplir las normas.

Fuente: Mendoza Corre
 

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