Don Fioravante, un verdadero precursor de la vitivinicultura en Mendoza, fue uno de los primeros en trabajar la tierra mendocina, dedicándose con esmero al cultivo de la vid. Su legado, basado en la pasión por la calidad y en el cuidado meticuloso de cada detalle en el proceso de elaboración, sigue siendo la fuerza motriz que guía a la bodega en la actualidad. En homenaje a su figura, la nueva imagen de Bodega Sottano incorpora su perfil y su firma en las líneas de vinos Reserva de Familia, Fioravante (ex Reserva) y Sottano Clásico, creando un vínculo tangible entre el pasado y el presente. Además, la línea Junior ha sido completamente renovada, sumando un toque de picardía y disrupción que la distingue.
“La renovación de nuestra imagen es una muestra de nuestro compromiso por honrar la tradición mientras miramos hacia el futuro. Queremos que nuestros consumidores reconozcan a Don Fioravante como un personaje clave en nuestra manera de hacer vinos, y cómo nosotros adoptamos y continuamos su legado a lo largo de los años,” destacan desde la bodega.
En el rediseño de las etiquetas cada detalle fue especialmente tratado para seguir representando el estilo clásico que siempre tuvo la bodega, y el resultado es una armonía entre líneas modernas y elegantes, con elementos que evocan la rica historia y la tradición de Bodega Sottano.
Fundada en 1890, Bodega Sottano es reconocida por su compromiso con la calidad y su respeto por la tradición vitivinícola mendocina. Ubicada en Luján de Cuyo, Mendoza, la bodega se especializa en la producción de vinos de alta gama que capturan la esencia del terruño mendocino, combinando técnicas tradicionales con innovaciones modernas.
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