Fruto de un trabajo minucioso tanto en la finca como en la champañera que es propiedad de Familia Millán, Mosquita Muerta Nature es un espumoso vibrante y complejo, perfecto para acompañar platos frescos y livianos, o bien para beber solo, como aperitivo
Las altas temperaturas invitan a sumergirnos en el maravilloso mundo de las burbujas, y la propuesta de Familia Millán es hacerlo con un ejemplar aclamado por expertos: Mosquita Muerta Nature. Este espumante elaborado con las mejores uvas Chardonnay de un viñedo único ubicado en lo más alto de la zona de Los Árboles, en el codiciado Valle de Uco mendocino, ha recibido altos puntajes por parte de la crítica especializada al tiempo que se alzó recientemente con una medalla de Oro en Vinus 2024.
Como todos los espumantes de Mosquita Muerta, esta etiqueta se produce bajo la atenta mirada del enólogo especializado Gustavo Sánchez en la champañera ubicada en Junín, provincia de Mendoza, que es propiedad de la bodega, lo que garantiza el más alto nivel de calidad y la máxima expresión del terroir, cuyo especial microclima lo hace excepcional para el cultivo de uvas para vinos bases de espumosos, asegurando pureza y una tensión excepcional.
Mosquita Muerta Nature
Las uvas se cosechan manualmente y temprano en la temporada para asegurar la frescura natural en sabor y aromas. Tras la selección de los mejores racimos, se realiza una vinificación en la cual se busca el cuidado de los componentes de la vid, logrando así una expresión elegante e intensa de la variedad. Cada parcela de Chardonnay se vinifica por separado para obtener diferentes expresiones del mismo terroir.
El assemblage es el acto fundador y el sello del estilo Mosquita Muerta, ya que logra unir los diferentes componentes en un equilibrio perfecto elevando el nivel de vibración, tensión y complejidad del corte final. La segunda fermentación es en botella, bajo el método champenoise. El prolongado contacto íntimo entre el espumoso y sus levaduras, con un mínimo de 12 meses, aportan a Mosquita Muerta Nature su fineza característica.
Es ideal para beberlo como aperitivo, al tiempo que acompaña muy bien platos veraniegos como ceviches, tiraditos, sushi, mariscos, carnes blancas y pescados, como la trucha y el salmón. También combina con salsas livianas a base de crema y es un gran compañero de postres a base de frutos rojos, helado y chocolate.
Notas de cata
A la vista es amarillo dorado con destellos verdes y delicadas y persistentes burbujas distintivas de Mosquita Muerta. En nariz se revela muy elegante, con aromas de fruta fresca como mandarina y pomelo, que se integran con notas minerales, florales y sutiles trazas especiadas a jengibre.
En boca es fresco y untuoso al mismo tiempo. Las notas frutales aportan mucha frescura y elegancia, mientras que el largo tiempo sobre levaduras le da plenitud, equilibrio y una gran elegancia.
Precio sugerido en vinotecas: $ 18.000
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