El impacto de las heladas tardías amenazaría la producción vitivinícola para esta vendimia

Como cada año, al llegar la primavera, los productores se enfrentan a uno de los peores enemigos del viñedo. Se trata de las heladas tardías. Este fenómeno climático afecta gravemente a los primeros brotes, dañando casi irremediablemente el desarrollo de los racimos y el rendimiento de la cosecha.

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“Desde 1994 que no se registraban heladas tardías tan severas como las que afectaron a toda la región los últimos días de octubre. Para esta época, los viñedos ya están brotados y las temperaturas bajo cero provocan estragos sobre las plantas en crecimiento” Jorge Rubio, Jefe de Enología y Director de Bodega Jorge Rubio. “No sabría decirte si esta helada es producto del cambio climático, en el año 1994 habíamos tenido una helada de características similares. Lo que sí puedo decirte es que la Cordillera de los Andes cada vez tiene menos nieve y eso puede tener una relación directa con el calentamiento global”, cuenta el director. 

Las heladas tardías dañan gravemente a los brotes, impactando directamente sobre el rendimiento de la cosecha. En lo referido a la zona de General Alvear y San Rafael, las bajas temperaturas, afectaron tanto a viñedos propios de las bodegas  como a los de cientos de pequeños productores. Ante estos hechos, el Gobierno Provincial declaró la Emergencia Agrícola en todos los distritos afectados.

“En la zona de Valle de Uco y Oasis Sur Mendocino se estiman daños del 70%, aunque, por razones que se desconocen, hay fincas en las que el daño fue de un 100%, perdiendo la totalidad de su producción, otras a las que impactó parcialmente y otras que casi no fueron afectadas por las heladas. Ahora habrá que esperar al menos 10 días a que se hagan los relevamientos con los técnicos para tener los números precisos del daño de la helada”, detalla Rubio.

“Para nuestra economía, este fenómeno representa un impacto que afectará tanto a los productores de uva como a las bodegas elaboradoras. Financieramente representará un esfuerzo enorme ya que los costos de producción de la nueva cosecha serán mucho más altos y muy difícilmente las bodegas podamos afrontarlo 100% con capital propio. Estimamos que esta caída en el rendimiento global de la cosecha impulsará también los precios del vino en las góndolas, afectando sin dudas al consumo”, finaliza el Jefe de Enología y Director de la Bodega.

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