La certificación IG garantiza que el orégano es producido y elaborado exclusivamente en San Carlos, cumpliendo con estrictos estándares de calidad. Entre los requisitos se incluyen una intensidad aromática notable, gracias a la presencia de al menos un 30% de la variedad "compacto", y una pureza que excluye polvo, palos y partículas. Además, se valoran las tonalidades verdes amarillentas intensas, descartando colores pajizos, marrones o negros.
Cinco marcas ya han manifestado su interés en certificar bajo esta nueva IG, incluyendo Las Elviras, Especias Cortijo y Mardegan. Este avance es resultado de más de tres años de trabajo conjunto entre productores y la Sociedad Rural del Valle de Uco, quienes desarrollaron un riguroso protocolo de producción.
La implementación de la IG no solo promueve la calidad y autenticidad del orégano mendocino, sino que también representa una estrategia para agregar valor al producto. Tradicionalmente vendido a granel, los productores ahora tienen la oportunidad de fraccionar, etiquetar y competir en mercados diferenciados, evitando que su producto sea reintroducido al mercado bajo marcas externas que no representan la región. Este reconocimiento posiciona a Mendoza como líder en la valorización de productos regionales, fortaleciendo su identidad gastronómica y abriendo nuevas puertas en el comercio internacional.
Mendoza se posiciona como pionera mundial en la certificación de orégano con Indicación Geográfica
En un hito sin precedentes para la agroindustria argentina, el orégano cultivado en San Carlos, Mendoza, está a punto de obtener la certificación de Indicación Geográfica (IG), convirtiéndose en la primera región del mundo en alcanzar esta distinción para esta aromática. Este reconocimiento no solo resalta las propiedades únicas del orégano mendocino, sino que también abre nuevas oportunidades para más de 140 productores locales que cultivan aproximadamente 1.200 hectáreas en el Valle de Uco.
Tu opinión enriquece este artículo: