El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), por tercer año consecutivo incluye en su metodología para prever la producción de uva 2023, la incorporación de datos aportados por organismos públicos y entidades privadas, de todas las regiones vitivinícolas del país.
Considerando que la localización de las principales regiones productivas, determinan distintos momentos de madurez de la uva, se presentan dos informes de estimación de producción. El primero de ellos, publicado la primera semana de febrero 2023, para las provincias de San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta, es decir la zona norte y el segundo, correspondiente a la zona centro, sur y demás regiones del país.
Estimación de producción de uvas para todas las zonas vitivinícolas del país
Se estima una disminución del 23% con relación a la producción 2022. Lo cual se debe a la ocurrencia de heladas tardías y tormentas graniceras, además de la escasez hídrica que se ha repetido este año.
Se ha verificado una gran variabilidad de resultados en cada provincia, con datos muy dispares según el impacto de las contingencias climáticas sufridas por heladas y granizo.
A modo de ejemplo y en particular la provincia de Mendoza presenta oasis que van desde -1% a -60% en la estimación de la producción con relación a 2022. Esto demuestra lo complejo que ha resultado el trabajo de evaluación en el territorio este año.
La producción total se prevé en 15.352.900 qq, lo que implica una disminución del 21% respecto de la cosecha 2022, que fuera de 19.368.030 qq.
Nivel de incertidumbre
El promedio cosechado de los últimos 12 años, que abarca desde el año 2011 a 2022, es de 23.410.759 qq. Se puede apreciar un desvío porcentual sobre el mencionado promedio de -34% respecto del estimado 2023, lo que representa 8.057.000 qq menos.
El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Cont. Martín Hinojosa, mencionó: “Las contingencias climáticas, la disminución de la superficie implantada de viñedos y la carencia de agua para irrigar nos llevará a tener una de las vendimias más bajas de los últimos años. El clima nos está castigando cada vez con más frecuencia y frente a ello deberemos comenzar a trabajar en defensas efectivas y modernas que nos permitan darle lucha y seguir produciendo”.
“Nuestros productores han hecho, como siempre, todos los esfuerzos para sostener la actividad. La realidad de cosecha 2023 nos compromete, hoy más que nunca, a estar cerca y acompañando a toda la vitivinicultura argentina”, expresó el presidente del INV.
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