Como los Guardianes de la Galaxia, pero del vino: Omixom, la tecnológica climática que está detrás de cada copa de vino

¿Qué hace esta compañía? Se encarga del monitoreo meteorológico brindando datos en tiempo real, medición continua e información estadística sobre el clima y cómo puede repercutir en los viñedos. Además, brinda actualizaciones del día a día y una bitácora de cada botella de vino argentino. Mirá.

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La combinación de conocimientos tradicionales y tecnológicos, respaldada por el esfuerzo constante de la industria vitivinícola, son puntos esenciales para salvaguardar esta gran industria que tienen en nuestro país una amplia gama de jugadores en tamaño de compañías, varietales y calidades de productos; como también, referentes locales y de talla mundial. 

La velocidad de la innovación tecnológica también llegó para quedarse en este sector. Lo podemos ver en todas las regiones donde se desarrollan productos con sus distintas características geográficas y climáticas. De hecho, sorprende como se anexan nuevos territorios y variedades o se realizan ensayos que muchas veces terminan logrando resultados exitosos en nuevas zonas para producción. 

Los avances se pueden ver en temas generales de la actividad, como también en acciones puntuales. En las regiones vitivinícolas de Argentina, la presencia de heladas representa una de las mayores amenazas para los cultivos de uva. Afectando negativamente desde daños en los brotes, toda la etapa de crecimiento y llegando a la pérdida de cosechas. 

Esta vulnerabilidad hace propicio un esfuerzo conjunto, a partir de los cuales los viticultores pueden mitigar estos riesgos y proteger sus preciados viñedos. Allí aparece la importancia del trabajo constante, las técnicas clásicas y se suma el monitoreo meteorológico permanente con tecnologías innovadoras.

“Tener registros meteorológicos adecuados -temperatura, humedad y viento-, nos permite diseñar estrategias de manejo de suelo y riego. Por ejemplo, poder anticipar con tecnología la magnitud de una helada nos facilita implementar sistemas de defensas activa en tiempo real y, por consiguiente, llegar a los meses de agosto, septiembre y octubre sin riesgos de pérdida de producción, habiendo protegido la brotación. Además, en fincas de considerable tamaño, permite conocer las diferencias de condiciones ambientales en los puntos más extremos de la propiedad y tener un tratamiento diferencial de defensa; con el fin de proteger direccionalmente, siendo más eficientes al no aumentar costos con encendidos generales”, describe el Ing. Agr. Edgardo Consoli, gerente agrícola de Bodegas Zuccardi, una voz autorizada al hablar del valor agregado que brindan las estaciones meteorológicas. 

El historial climático de cada viñedo también cobra relevancia. Esta misma capacidad de medición se suma y permite mejorar la estadística para los denominados “informes de cosecha”, que evalúan como se comporta a lo largo del tiempo cada añada. Se analiza como fue el invierno con sus heladas, la primavera, cuantos milímetros de lluvia precipitaron a lo largo del ciclo agrícola del viñedo y los vientos, entre otras tantas métricas. Todos valores fundamentales para el proceso posterior.
 
Pero también, vemos como los fenómenos son cada vez más acentuados y con valores extremos. Cosa que no sucedía hace 10 o 15 años, con lo cual se reduce la incidencia de los valores de las estadísticas empíricas de las décadas pasadas. 

“Hoy el productor se preocupa por la información meteorológica de cada zona en particular y hasta se enfoca parcela por parcela. Pues, en distancias cortas hay muchísima variación de fenómenos; con lo cual no se puede generalizar los datos y hasta permite sumar información de altísima calidad para las siguientes fases productivas.
Hoy podemos ser mucho más precisos en el análisis enfocado en la topografía de cada región, acotando cada territorio, tanto para analizar los viñedos actuales y, sobre todo, para el armado de los nuevos”, agrega el Ing. Agr. Consoli refiriéndose tanto a viñedos en plena marcha, como clave para definir nuevos proyectos de negocios. 

Los avances tecnológicos han permitido la instalación de estaciones meteorológicas en los viñedos, proporcionando datos precisos y en tiempo real sobre variables climáticas cruciales. Registros de temperatura, humedad, velocidad del viento y radiación solar son algunas de las métricas con las que se monitorea. Las predicciones a corto plazo permiten prepararse para condiciones climáticas adversas inmediatas, mientras que las proyecciones a largo plazo ayudan en la planificación estratégica de la temporada. 

“En caso de riesgo de heladas, las alertas tempranas son cruciales. Los sistemas automatizados y monitoreo on-line de datos meteorológicos, nos ayudan a activar dispositivos de protección de manera rápida y eficiente, minimizando el tiempo de respuesta y reduciendo el riesgo de daño. Siendo posible el encendido oportuno de sistemas de defensa de heladas con agua o la alternativa conjunta de calefactores y sistemas de riego por aspersión”, suma su aporta el Ing. Agr. Agustín López reconocido  asesor independiente.  

Tecnología en línea para prevención de enfermedades y bitácora del viñedo 
Dentro del amplio abanico de estrategias utilizadas por los viticultores, el monitoreo meteorológico emerge como una herramienta fundamental. El seguimiento constante de las condiciones climáticas permite a los productores anticiparse a eventos adversos como las heladas y tomar medidas preventivas de manera oportuna.
Pero también, el aporte de estas herramientas tecnológicas es de utilidad para otros fenómenos, facilitando datos para el análisis y prevención de enfermedades criptogámicas como peronosporay botritis. Donde con datos vinculados al registro de precipitaciones, el punto de rocío y la hora de hoja mojada, se puede lograr un pronóstico de ataque para esa afección. 

No podemos dejar de mencionar que la bitácora de datos de cada parcela también representa un valor agregado para las áreas comerciales; sumando información clave sobre las añadas, que son altamente convenientes en productos de mayor categoría.  

“El monitoreo meteorológico es más que una herramienta de prevención, se ha convertido en un aliado estratégico para los viticultores. La combinación de tecnología y trabajo tradicional en la interpretación de datos climáticos permite al sector vitivinícola argentino enfrentar los desafíos con una resiliencia cada vez mayor. La inversión en estas tecnologías demuestra ser esencial para proteger los viñedos y garantizar producción, continuidad y futuro de esta industria tan importante del país”, agrega para finalizar el Ing. Federico Ferraro, fundador y director de Omixom SRL, la empresa tecnológica detrás de estas estaciones que nació en Córdoba hace 17 años y hoy es protagonista relevante del servicio en el sector y en toda la región. 

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